En el año 1950, una filial de la compañía madrileña CAMPSA, vino a la pedanía ilicitana de La Marina para realizar un sondeo de aproximadamente 1600 metros, sobre la planicie oriental de la sierra del Molar en una zona limítrofe con el término municipal de San Fulgencio en busca de un yacimiento petrolífero que no apareció. Se conoce la ubicación muy cercana del pozo perforado, y el nombre de varios operarios marinenses que allí trabajaron.
A finales del año 1950, encontrándose todavía España sometida a la autarquía de la primera década franquista, y coincidiendo con el inicio del abandono por parte de la refinería La Británica de sus instalaciones y galerías ubicadas en la sierra de la cantera de Alicante capital, llegó a La Marina la compañía C.I.E.P.S.A. fundada en 1940 con sede en Madrid y socios estadounidenses del grupo Rockefeller (filial de investigaciones petrolíferas de la matriz CEPSA creada en 1929). Instalaron una torre con una barrena, con el que perforaron un pozo de unos 1600 metros de longitud que era la profundidad máxima a la que podían profundizar en esa época, hasta que en 1961 ya importaron el equipo estadounidense Dupuy de Lôme capaz de llegar a los 2500 metros. Concretamente, sondearon en el paraje de "La Plana", ubicado en la planicie oriental de la cuenca sedimentaria de la sierra del Molar, debido a la presencia de un anticlinal geológico con gran acumulación de materia orgánica. Esta compañía ejecutó instalaciones desde el cementerio, incluyendo un depósito con tuberías en superficie que ascendían por el pequeño barranco o "Canal de Les Vaques", hasta alcanzar otro depósito y la torre de perforación fijada en el citado paraje de "La Plana", concretamente ubicado al este de la actual gasolinera del grupo Marjal en la urbanización de La Escuera, junto al margen izquierdo de la vereda de Manzanilla y en una zona limítrofe entre los actuales términos municipales de Elche y San Fulgencio. CEPSA aún conserva actualmente las coordenadas geográficas exactas del lugar donde sellaron el pozo con unos 30cm. de diámetro, quedando así clausurado. También instalaron una dinamo para generar energía eléctrica, una bomba hidráulica para elevar las aguas que necesitaban emplear en la prospección, una caseta para el ingeniero y el mecánico, etc. Asimismo, emplearon camionetas y otros elementos de maquinaria procedentes de Estados Unidos, pues toda esta tecnología petrolífera estaba más desarrollada en aquel país por su experiencia pionera en el sector, y que C.I.E.P.S.A. desplazó a La Marina procedente mayoritariamente de sus pozos ya en explotación de Soria o Burgos. En 1951 se abandonó el proyecto, sin haber logrado localizar ningún yacimiento, de manera que muchos de estos empleados marinenses se marcharon a trabajar con la compañía al norte de España como es el caso de R.Agulló Blasco, mientras que otros operarios foráneos se casaron en La Marina y aquí se asentaron para siempre. También se marcharon a la zona de Álava parte de la familia marinense de apellido Fidel, quienes recibieron en herencia y allí conservan el original manuscrito del libro sobre la historia de La Marina, redactado por el sacristán Gregorio Fidel Soler. Otros marinenses relacionados con el sondeo petrolífero, fueron Jesús Carreres y Juan Boix. Adjunto una fotografía del punto geográfico donde se realizó aproximadamente el sondeo petrolífero, así como varias imágenes estrechamente relacionadas con la compañía en cuestión y los medios que empleaba de origen estadounidense. (AGRADECIMIENTOS: Quisiera agradecer especialmente el trabajo previo de recopilación que todavía continúa actualmente por parte de Juan Amorós Soler, así como los apuntes cronológicos llevados a cabo por Gregorio Fidel Soler hasta 1957, que son dos vecinos marinenses sin el esfuerzo de los cuales hubiera resultado completamente imposible la redacción de esta breve monografía con mi pequeña aportación de datos complementarios)