COLEGIO DE HUMANIDADES. CONVENTO DE SANTA LLÙCIA (conocido como “de la Merced” o “de las Clarisas”). SEDE LOCAL DE LA REAL Y MILITAR ORDEN DE NTRA. SRA. DE LA MERCED.
José Antonio Carrasco Pacheco
En este convento, muy célebre en el antiguo Reino de Valencia, impartieron clase y residieron destacados personajes de la Real y Militar Orden de Ntra. Sª. de la Merced y Redención de Cautivos. Entre otros, el maestro, provincial y luego General de la Orden, Fray Pedro Balaguer (fallecido en Madrid: 08-12-1599); Fray Martín de Torres (Martín de Torres Brotóns; Elche, 10-06-1706; Elche, 21-12-1787), quien vistió los hábitos de la Real Orden y profesó en este convento (1729/30), del que sería dos veces Comendador. El Papa Pío VI reconoció y alabó su eximia labor; Fray Agustín Arques i Jover, “pare Arques”, (Cocentaina, 30-04-1734; Valencia, 14-06-1808) que visitó los hábitos en este convento a la edad de 15 años, siendo luego su Bibliotecario. Profesor de Arte, Filosofía y Teología, también fue Cronista de la Provincia de Valencia.
En España, desde mediado el siglo XVIII, reinando Carlos III, se venía respirando un aire modernizador y libertador de las propiedades en manos de la Iglesia y sus Ordenes Militares. Básicamente conocidas como “manos muertas” no pagaban tributos al Estado siendo escasísimo su rendimiento, atadas aún al feudalismo medieval. Eran tiempos de despotismo ilustrado y de una naciente clase capitalista: la oligarquía terrateniente. El primer tímido proceso desamortizador/expropiador de las propiedades eclesiásticas, fue obra del ministro Floridablanca. Ilustrado terrateniente murciano, juez y parte en este “pelotazo” que diríamos hoy. El proceso siguió con Olavide, Jovellanos, Aranda, etc., hasta que, en 1836, el liberal ministro de la Reina niña, Isabel II, Mendizábal, mete a fondo el higiénico bisturí y llega más lejos. A la desamortización de sus bienes, añadiría la exclaustración de frailes y la prohibición de enseñanza a mercedarios y franciscanos. Con ello logró un doble beneficio para la ruinosa Hacienda: de un lado, los ingresos por las ventas de los bienes desamortizados y, de otro, eliminar las grandes subvenciones a los establecimientos de enseñanza de los citados frailes. Baste para nuestras intenciones esta breve reseña histórica.
Situados en el Elche de la época, 1838, el Convento de Santa Llùcia, ya sin frailes (las monjas siguieron habitándolo) y cerrado el centro de enseñanza, el filántropo y eximio ilicitano Pascual Caracena y Torres, solicita al Ayuntamiento instalar allí un Colegio de Humanidades. Trasladada su propuesta a la Junta de Enajenación de edificios y conventos suprimidos de la Provincia de Alicante, resultó aprobada. Así pues el Colegio de Humanidades de Elche abrió sus puertas en 1838. Impartiría enseñanzas de Latín, Historia romana y griega, Retórica y Poética, Lógica y Gramática General, Física y Química, Ética, Religión, Literatura e Historia Universal, Francés, Italiano, Música vocal y Música Instrumental, programa, como podemos apreciar, muy completo. Este Colegio dependía de la Universidad de Valencia que, superadas algunas dificultades iniciales –quizá, las históricas y viciosas trabas burocráticas españolas en la apertura de todo establecimiento, aún no erradicadas del todo-, el 21 de diciembre de 1838, nombró director del Colegio a Don Pascual Caracena. De cualquier forma, pronto se agotó su ciclo, pues el colegio cerró sus puertas en Agosto de 1848, acordando el Ayuntamiento establecer un Instituto de Enseñanza de tercera clase, en sustitución.
Ignoramos las circunstancias que motivaron tan repentina clausura del Colegio. Que no debieron ser sólo económicas, por el prestigio del centro y la afluencia de alumnado, tanto local como comarcal. Sabemos que en su apertura contó con 35 alumnos internos, 7 medio pensionistas y 74 externos, cifra quizá bastante para su sostén económico. Que, también, recibió el apoyo de las familias más distinguidas del patriciado ilicitano, que confió la formación de sus hijos a tan selecto centro. Por sus aulas pasaron prestigiosos personajes locales que nuestra Historia guarda entre orgullosa y agradecida, como Luis G. Llorente, el Abad Pons, Emigdio A. Santamaría, Aureliano Ibarra…
Hemos recuperado 2 cartas familiares de un joven alumno de este Colegio.
1) “A Santiagito(sic) Pérez Cantó. Colegio de Humanidades. Elche.
Novelda, 14 Mayo 1843.
Mi querido Santiago: El 13 por las 11 y media de la noche llegué a ésta con el objeto de pasar el día de Sn. Isidro con la familia, no fue cumpliendo el gusto que me proponía porque faltaron Victorino y Santiago, esperemos otro año que pueda ser más satisfactorio si quiere Dios.
Desde que salí de ésta solo he visto tu letra por Victorino y haora(sic) por tus dos Cartas que escrives(sic) à tu tía é Isidro y en ellas dices que me escrivistes(sic), mas yo buelvo(sic) a repetir que ninguna carta he recibido tuyas.
El Pantalón que te lo compre el Padre Francº en ésa, y así tu te lo haces a tu gusto.
Dime como estas de Gramatica, Musica, Dramatico(sic) pues quisiera saber tus adelantos, y que día se cierra el curso.
Te mandan una Cestica de Albaricoques, y luego hira(sic) Tomas a llevar mas porque hoy haun(sic) no hay.
Haz una visita al Padre Francº, D. Giner y D. Pablo, conservate(sic) bueno como lo quiere tu Padre. Isidro”
2) “A Santiagito(sic) Pérez Cantó. Cursante de Gramatica(sic) Latina. Colegio de Humanidades. Elche.
Novelda y Mayo 22 de 1843.
Querido Santiaguito; Con el dador de esta que lo es Isidrito te mandamos cuatro cestas de Albaricoques, una es para el Director, otra es para el Pe. Francº, la tercera para las Monjitas y la ultima para ti; no dejes de saludar a los predichos de parte de toda la familia.
La tía y Franciscantoñita(sic) se fueron a los Baños el domingo próximo pasado y hemos por el mismo que las llevó, llegaron tan buenas.
De Victorino hemos tenido carta y nos dice que no tiene novedad.
Los nenes siguen muy bien y Tomasito en particular presumo que se va hacer(sic) mas guapito que Joaquinito, éste ya te saluda y dice que tiene deseos de verte y darte muchos besitos.
Todos, todos, te saludan con cariño y en especial tu sincero y desinteresado hermano
Isidro
Mi querido Santiago: Recibi(sic) la tuya del 20 y quedo enterado de todo: Solo deseo verte y si me gusta la representación que se ensaye hire(sic) a verte.
Tu Padre que te quiere Isidro[1]”
(José Antonio Carrasco Pacheco. Elx, 13 de Septiembre de 2013)
[1] Sobre el remitente, destinatario y el padre de ambos, hemos investigado -bien que de forma muy superficial-, con resultado negativo.