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Óleo de Samper (1950) y relato de Carmen Agulló Vives (2010)

Enviado por Marga Gonzálve… el
Datos de la imagen
Fecha
1950
Lugar
Elche
Colección/Fuente
www.um.es/tonosdigital.com

Óleo del pintor Eduardo Rodriguez Samper (San Juan de Alicante, 1922- Elche, 2018)

En él está representada la procesión del entierro de la Virgen, un 15 de Agosto, saliendo de la basílica, en la plaza de Santa María, y en el lado izquierdo, el colegio La Asunción de Nuestra Señora.

 

(...) "En el año 1941, con diez años, entré por primera vez en el primer edificio sede del Colegio de Enseñanza Media (legalmente reconocido) "La Asunción de Nuestra Señora", de Elche (Alicante), para pasar la prueba de Ingreso en el Bachillerato, Plan 1938. Hasta cinco sedes distintas tuvo el Colegio, edificios hoy totalmente desaparecidos, bien por exigencias de los planes urbanísticos o por demolición para levantar nueva casa en el mismo solar. Cinco edificios, hoy en mi mental retina, por los que estuve transitando desde 1941 hasta 1958, ya como alumna, ya como profesora.

(...) "El primero estaba instalado en la llamada 'Casa de Gómez' (por sus propietarios, gente de pro) donde antes había funcionado un Instituto de Enseñanza Media, fundado en la República y suprimido después de la guerra del 36-39. De ahí que, desde el principio, a nuestro Colegio se le llamara en Elche 'el Instituto'. Cursé allí sólo el primer año. En segundo, como el Colegio debía dividirse en dos secciones, la masculina y la femenina, las chicas pasamos, por muy poco tiempo, al número 10, de la calle Puente Ortices, ¿cómo voy a olvidar esa referencia si ,años más tarde, viví en esa misma casa? Qué extraña y singular sensación la de recordar que el dormitorio de mis padres había estado lleno de pupitres bipersonales, esos del asiento abatible, y que yo, niña, me sentaba en uno de ellos, atenta a las dinámicas clases de don Gonzalo, que convirtió nuestros cerebros en computadoras 'avant la lettre', con el ejercicio del cálculo mental. O que nuestro cuarto de baño fue el 'servivio' para cuyo uso había que pedir permiso...

De Puente Ortices pasó la sección femenina a un enorme caserón ubicado frente al Mercado de Abastos en una plaza desde la cual se accedía a la Calle Mayor. En los bajos estaba instalado el Registro Civil y el Colegio en la planta principal. Siguiendo la calle Mayor se llegaba muy pronto a la sección masculina que, desalojada la 'Casa de G'omez', fue a parar a un edificio frente a la plaza de Santa María por su puerta principal. Esta era y fue la sede central del Colegio hasta su clausura.

El quinto edificio surgió por traslado del de la Plaza de Abastos a otra casa en la Corredera, frente al cine Coliseum, más o menos, a mano izquierda según se va desde la Glorieta hacia el Ayuntamiento.

Yo, como alumna, 'viví' en los tres primeros; como profesora en los dos últimos.

Ninguno de estos edificios se construyó para que fuera centro escolar; se trataba de casas grandes adaptadas con imaginación y buena voluntad... pero cuánta vida bullía entre aquellas paredes. Vivos siguen en mi mental retina como dije".

(...) "Pasemos revista al personal docente. (...) En primer lugar, 'las tres profesoras' llegadas de Madrid con don Gonzalo para fundar el Colegio. Dos de ellas, permanecieron hasta el final: Doña Carmen Sainz, la Directora y doña Maria Teresa Vega, la Secretaria desde que don Gonzalo se marchó. 

Qué agradable la señorita Susa, mi primera profesora de Francés que pronto volvió a sus madriles. Don Joaquin Vidal era sabio, tímido y muy feo, le tenía yo lástima por las malas acciones de algunos alumnos, nada aficionados a las Ciencias Físicas, Químicas y Naturales. Con Don José Martinez nadie se estremecía en la clase de Religión; opositó a canónigo y se fue a Alicante donde impartió enseñanza mucho tiempo en la Escuela de Magisterio; orador sagrado brillante y muy culto. Le sucedió don José Buigues, amigo de mi família desde siempre, por paisano y porque fue párroco en Santa Pola y luego en Elche. Don Vicente Valero, bonachón, con su enorme voz de bajo, representó durante años en el 'Misterio' el papel de San Pedro.

Vuelvo a los científicos: don Gabriel Ruiz de Lope, muy activo, nos movía de puesto en la clase según la calidad de nuestras respuestas a sus preguntas; don José Oliver, hacía agradable la Química por su doble condición de farmacéutico y maestro nacional; tuve la suerte de seguir aprendiendo Matemáticas con donña María Serrano que estuvo en el Colegio, recién licenciada en Exactas, hasta mi curso, 7º, después ingresó en una congregación religiosa de enseñanza.

El doctor Balcázar, médico de prestigio, echó una mano en mi formación, lo recuerdo haciendo pruebas de laboratorio elementales y fascinantes. Y don José Picó, tan alto y tan serio, su único hijo casó con Saritín, mi amiga desde la infancia santapolera, que quedó viuda muy joven. También don Balbino Barceló dio clases esporádicas; como aquel señor que iba desde Alicante y alguien dijo que se llamaba don Filiberto, con lo que le abreviamos el nombre y le llamábamos don Fili. (...) Don Antonio Pomares, pionero en el periodismo ilicitano de la época, después de la clase de Lengua siempre nos pedía notícias para los 'ecos de sociedad'. 

Dos buenos profesores de Dibujo fueron don Rafael Canales y don Álvaro, yo mediana alumna en tal materia. Mejor se me dieron las Labores con la primorosísima doña Mari Cruz, que casó con don Juan Torregrosa, también profesor un tiempo en el cole. Y no olvido al simpático don Juan, profesor de Inglés; con él aprendí el Our Father de memoria.

(...) La señorita Celia, después doña Celia, al casarse con el pintor Sixto Marco, tenor en la Festa interpretando a San Juan mucho tiempo, y profesor de estudio en el colegio de los chicos, ella lo fue en el de las chicas, controlando la firma de los profesores y dando alguna clase de Lengua. Mi remoto recuerdo, aunque después tuvo mucho trato con ella y podría añadir mil detalles, es el de una voz inconfundible y un peinado especial, creo que se llamaba entonces 'Arriba España'. Don Luis Chorro, directivo del colegio y profesor de Filosofía, la amabilidad personificada, elegante y pulcro.

He dejado para el final dos profesores cuya categoría sobrepasó los límites del ambiente cultural ilicitano. Y ello me congratula. A Don Vicente Ramos Pérez se le considera una de las figuras más relevantes de la intelectualidad alicantina. Fue mi jovencísimo profesor de Griego y Filosofía en 5º curso. Era muy guapo, alto, de mirada penetrante, claro en la exposición, puntual y ameno. Venía de Alicante. (...) De la fama del segundo me enteré mucho después. Don Julián fue el enigmático profesor que se encargó de la clase de Griego al marcharse don Vicente. Andaba con bastón, cojeaba ligeramente. Y hacíamos cábalas sobre el origen de este pequeño defecto. (...) Su marcha del colegio, después de que yo acabara el bachillerato, provocó mi vuelta al mismo como ayudante de doña Carmen dando clases de Griego a alumnos que habían sido mis compañeros tan sólo dos años antes.

(...) Ya Licenciada, seguí con el Griego y Latín de los primeros cursos, y Lengua Española, que era lo mío. (...) Los profesores, de los que pasé a ser colega, tal vez los recuerdo menos; (...) Recuerdo a Tomás Martínez Blasco, matemático; o a Antoñita Gomis, química, que venía de Alicante; 

(...) En Octubre de 1958 obtuve, por Opsición libre en Madrid, la plaza de Profesora Numeraria de Lengua y Literatura Española en la Escuela de Magisterio de Córdoba (catedrática). Fuí al Colegio a dar la notícia y despedirme. (...) Al cabo de unos días, doña Carmen me llamó para ofrecerme la dirección y propiedad del Colegio en las condiciones que quisiera. (...) En casa, la notícia fue motivo de análisis variados. (...) Yo no puedo dejar de seguir mi destino, y ese destino se llama Córdoba. (...) De haber sido afirmativa mi respuesta mi vida hubiera sido absolutamente distinta a la que he vivido, y tal vez el Colegio de 'La Asunción de Nuestra Señora' seguiría funcionando en el siglo XXI".

 

Extracto del relato de Carmen Agulló Vives  (Catedrática de Escuelas Universitarias) en el año 2010, para la revista TONOS, sobre su etapa escolar y profesional en Elche.

AGULLÓ VIVES, C. (2010) Viva me encuentro, asiste lo vivido. 9-Mi Colegio. Recuperado de: https://www.um.es/tonosdigital/znum20/secciones/tintero-1-cuaderno_de_cavisur_n__4new.htm#_edn8

 

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