Datos de la imagen

Es mi tesis doctoral, defendida en la Universidad de Alicante en 1993, bajo la dirección del catedrático de Historia Contemporánea Glicerio Sánchez Recio, al que agradeceré siempre la paciencia que tuvo conmigo. Tardé cerca de una década en terminar el trabajo que intentaba explicar las dos represiones que tuvieron lugar en la guerra y en la posguerra (entre 1936 y 1945) en todos y cada uno de los lugares de la provincia de Alicante. Pensé que me iba a morir sin terminarla, pero como he vivido para contarlo, recuerdo sobre todo el padecimiento de tener que escribir sobre cerca de 150 sitios, cuando cada pueblo monta su propia guerra. Escribí cientos de cartas pidiendo información y recorrí la provincia de Denia a Orihuela buscando testimonios orales. La base del trabajo fueron los informes de la Causa General que en aquellos años se podían ver previo informe nada menos que del Fiscal General del Estado y que hoy están a disposición de cualquiera en internet. Recorrí registros civiles, registros de cementerios, archivos carcelarios, archivos municipales y me pasé una década leyendo una pequeña selección de los 15.000-20.000 libros que hay escritos sobre la Guerra Civil.
Escogí el tema por herencia familiar. De pequeño escuché la historia de la Guerra en mi familia, la persecución que padecieron tanto mi tío Miguel como mi padre, Adolfo. Oí hablar de un tal "Peluca", un militante del PCE, que se presentó en más de una ocasión a casa de mis abuelos en busca de mi padre. Supongo que me influyó lo suficiente para intentar comprender un asunto tan complejo. Cuando terminé el trabajo me quedó la satisfacción por el esfuerzo, pero también una cierta amargura por no haber podido llegar más lejos. En los últimos años vienen apareciendo monografías sobre lo que ocurrió en cada uno de nuestros pueblos, porque lo sucedido fue tan extraordinario y espantoso que merece un estudio pormenorizado. El profesor Sánchez Recio me ayudó de principio a fin y le agradezco además que organizara un tribunal presidido por Julio Aróstegui -para mí uno de los historiadores españoles más brillantes de nuestro tiempo- y con profesores tan relevantes como José Luis de la Granja, Conxita Mir, Manuel Redero y José Miguel Santacreu. Me trataron, además, todos ellos con enorme generosidad.
Acabé tan cansado que en el libro que publicó en 1995 la Generalitat Valenciana y el Instituto Juan Gil Albert sólo añadí la dedicatoria a Mari Carmen, Diego y Mamen, La publicación eliminó la relación de los más de 4.000 afectados -según el Boletín Oficial de la Provincia- en la provincia de Alicante por la Ley de Responsabilidades Políticas. Como cualquier otra tesis doctoral -sin contar la de Camps- hoy se puede consultar en su totalidad en internet. Por cierto, el contrato que firmé como autor no se me olvidará: me pagarían el 10 % de derechos de autor en el caso, imposible, de que hubiera una segunda edición. Te podías permitir regalar tus derechos.
Recuerdo que en sus magníficas clases, Josep Fontana nos recomendaba que hiciéramos una tesis de licenciatura de manera inmediata cuando termináramos la carrera, porque en otro caso no lo haríamos nunca. Yo le hice caso y desde luego no me arrepiento pero durante muchos años he recomendado a mis estudiantes que hicieran lo mismo. Hoy, tal y como funciona este país, ya no me atrevo.
Las imágenes exhibidas en esta página son propiedad de sus autores. Aquí se muestran exclusivamente con fines científicos, divulgativos y documentales. Cualquier otro uso fuera de esta página está sujeto a las leyes vigentes.
Añadir nuevo comentario