Juan Rodenas Cerdá en la playa de Levante de Santa Pola (1950)

"Ja mon anem, a on anem tots els anys … (…) què bé se viu, què bé se està… a la vora del mar. Dos viejos, muy viejos como yo ahora que entonces no lo era tanto, estaban sentados en un banco de la glorieta de Santa Pola. Era principios del mes de junio. Yo venía de la tintorería del Carrer Major, que ahora ha quedado lejos de centro, y me senté con ellos después de darles los buenos días y pedir si les importaba. Tuve así ocasión de oír su conversación, durante el rato que con ellos estuve, y uno le dijo al otro en su lengua: –Ah, no. ¡Hi ha un fum de gent banyant-se! –Sí –contestó el otro–, però l´aigua ha d´estar encara freda. ¿Tu saps, el sol que fa falta, per escalfar tanta aigua? Temperaturas extremas y noches tropicales se están dando en el territorio alicantino y aquí en Barcelona, como en el resto del país, también se deja notar. Pero dentro de mi casa, sin aire acondicionado, se está bien porque mira al norte y situada a la falda del Tibidabo una brisa hace los días apacibles. En Santa Pola, con todo abierto porque hay que disfrutar de la mar, que está delante, es como encontrarse en medio de la calle. Y además de trabajar en asuntos domésticos y recados, que aquí me hacen, pierdo la tranquilidad que necesito y ahora disfruto. Pero como me han dicho que el agua del mar ya está caliente, animal de costumbres, la próxima semana iremos “a celebrar la temporà dels banys”. Por eso y también por algo más: porque esa es mi tierra, la de aquellos viejos es también mi lengua y, ya todos viejos, deseo como ellos mantener conversaciones aparentemente insustanciales que llenan una vida. Juan, en Barcelona, deseándoos ahora sí un buen verano y lo mejor del mundo, el 14 de junio de 2022. En la imagen, unos niños disfrutan de un mar sin gente en la Platja de Llevant de Santa Pola, el año 1950 del pasado siglo".