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Primer candidato en la historia de Elche al concurso Árbol europeo del año, presentado en 2017 por Raúl Agulló Coves gracias a la sugerencia de la “social media & community manager” del organismo municipal VisitElche, coordinado en España por la asociación Bosques sin Fronteras, y el Ministerio de Medio Ambiente. Se logró el cuarto puesto en esta fase nacional previa a la votación europea, organizada desde 2011 por la Environmental Partnership Association (E.P.A.). Destacar también que este ejemplar fue plantado en su día, gracias a la iniciativa del ilicitano Vicente Sánchez Quiles. En estos enlaces pueden verificarse las candidaturas nacionales, y el citado resultado final de las votaciones = https://arboleuropeo.es/candidatos_espana_2017/ https://arboleuropeo.es/resultado-las-votaciones2017/
Destacar sobre esta rareza de gran interés botánico, que únicamente se conoce su existencia europea en Elche y Abanilla en un entorno muy similar de restos arqueológicos árabes, acequias de riego, molinos hidráulicos, abundancia de palmeras datileras, etc. El origen botánico de la especie se encuentra en la región del kurdistán iraquí, y desde allí se produjo naturalmente su expansión oriental hasta China, y occidental hasta Marruecos. Los ejemplares europeos son todos hembras, pero se observa una habitual reproducción vegetativa a través de hijuelos que surgen por las raíces, debido a lo cual quizás los actuales sean descendientes de los que pudieran haber sido plantados originariamente durante el dominio de la civilización árabe, con independencia de que el ilustre botánico valenciano Antonio José de Cavanilles no los cite en su visita al término municipal ilicitano durante el siglo XVIII. Asimismo, otros académicos franceses -Louis Charles Trabut y Louis Albert Dode- cometieron el grave error científico a principios del siglo XX de catalogarlos como una nueva especie botánica, y de ahí el error narcisista que aún arrastramos de llamarlos "chopos ilicitanos".