Datos biográficos
TORREGROSA RIPOLL, Francisco (Elche, 1818 - 1888). Acudió raudo a la llamada de su cuñado José María Parreño. Al realizar unas labores en la finca familiar de Algorós descubrieron unas piedrecitas de colores; consciente desde un primer momento de la importancia del hallazgo no dudó en buscar a su amigo Aureliano, quien se encontraba como de costumbre impartiendo clases de dibujo. Corría el año 1861 y este es el relato de Aureliano Ibarra, sobrino de José María Parreño Irles por estar éste casado con la hermana de su padre: “Nos referimos á los riquísimos descubrimientos que llevamos á cabo en los años 1861 y 1862, hacia la otra parte de la rambla ó Rio Seco de Elche, en el partido rural de Algorós, en terrenos propiedad de nuestro tío D. José María Parreño, y D. Diego Pascual, situados al poniente de la Alcudia, á una distancia de ella, de 1280 m… , tuvo ocasión de observar afortunadamente nuestro querido y buen amigo D. Francisco Torregrosa, que salían mezclados entre la tierra, muchos pequeños pedacitos de mármol, de los que están formados los mosáicos...; este buen amigo, que, conociendo nuestra afición á las antigüedades, sabía el placer que nos había de ocasionar al participarnos la observación que había hecho, corrió á ponerla en nuestro conocimiento, y ella fue la verdadera causa de los descubrimientos que hicimos, y á él por lo tanto es deudor Elche principalmente, de que hayan brillado un dia á la luz del sol inestimables y preciosos monumentos que llamaron la atención de la prensa, de los hombres doctos, y de insignes academias; pues sin su observación, que lleno de solicitud nos participára, todo habría quedado ignorado, nosotros no habríamos dirigido allí nuestros pasos, y Elche, no podría mostrar a las gentes, el recuerdo de inapreciables y riquísimos monumentos, ya que no otra cosa resta, de lo que tanta admiración causára.” (Illici, su situación y antigüedades. Aureliano Ibarra). Como los más perspicaces habrán ya adivinado se trataba del descubrimiento del mosaico de La Galatea junto con otros restos también reseñables, este fue el tesoro más preciado que Aureliano llegó a conocer, dado que aquél que más hizo por difundir el pasado esplendoroso de la antigua Illici falleció antes de que se hallara en la Alcudia la Dama de Elche.
Francisco Torregrosa Ripoll, hijo de Francisco y de Asunción, era rastrillador como su padre. Nacido en 1818, contrajo primeras nupcias con Encarnación Parreño Irles el primer día de junio de 1842 en la iglesia del Salvador, ella era hija de Cristóval Parreño Ruiz, curtidor, y de María Yrles. Cristóval era uno de los mayores contribuyentes de la villa de Elche a mediados del siglo XIX, hecho a sí mismo, era propietario de una tenería en la calle de Santa Ana, de dos almazaras y de fincas agrícolas en la mayor parte de la pedanías ilicitanas. El matrimonio Torregrosa Parreño estableció su domicilio en la calle Desamparados, pasando más tarde a fijarlo en el número treinta de la calle del Ángel, inmueble heredado por Encarnación tras la muerte de su madre. De este matrimonio nacieron 3 hijos, Gervasio (1844), Casto (1847) y Constantina Torregrosa Parreño (1855). Encarnación murió en 1858 de “ydropesia” (sic), quedando viudo Francisco a sus cuarenta años de edad. Su suegro Cristóval falleció en febrero de 1861 y Francisco contrajo segundas nupcias, esta vez con la menor de sus cuñadas, Constantina Parreño Irles, que había convivido con su padre hasta el final. La boda se celebró en la misma parroquia del Salvador el 15 de junio de 1861. Establecieron su domicilio en la calle de San Isidro y de este matrimonio nacieron Francisco (1862), Encarnación (1865) y Zenón Torregrosa Parreño (1868). La actividad de Francisco fue muy notable, tanto en el ámbito empresarial como en el político. Amigo y correligionario de Aureliano Ibarra, Emigdio Santamaría y sus cuñados Cristóbal y José María Parreño, en 1854 instituye junto con Aureliano el Partido Demócrata en Elche (Joan Castaño “Cent anys de la vida cultural d’Elx. Aurelia Ibarra i Manzoni 1834-1890 i Pere Ibarra i Ruiz 1858 -1934”). El 20 de julio de 1854 con el inicio del Bienio Progresista fueron elegidos vocales de la Junta Popular Gerónimo Botella, José Ibarra (padre de Aureliano y Pere), Joaquín Rodríguez, Francisco Torregrosa, Gabriel Recio y su cuñado Cristóbal Parreño. Su relación no se limitó a la militancia política, la mayor parte de ellos pertenecían a la misma logia masónica. Su primera esposa heredará tras la muerte de su madre en 1851 un tercio de la almazara de la Puerta de la Morera, lindante norte y este con la acequia mayor del pantano, junto con sus hermanos Cristóbal y José María que heredaron los dos tercios restantes, con lo que Francisco pasa a gestionar con ambos diversos negocios. El patrimonio que durante su vida logró acumular su suegro supuso una buena base desde la que cimentar el crecimiento de la economía de la familia Parreño y, sin duda, tanto Francisco como sus cuñados pusieron en ello un especial empeño. En el año 1859 sostuvo, junto con Cristóbal, Emigdio, Sansano y Rodríguez, una agria polémica con el que fuera alcalde y diputado don Ginés Ganga, con varios escritos dirigidos al director del diario “La Discusión” y en defensa del que era su corresponsal en Elche, el amigo Aureliano Ibarra. Joan Castaño (op. cit.) recoge como muestra de su amistad: “Com a prova de l’amistat que l’unía amb Ibarra, cal assenyalar que, estant aquest perseguit pels tribunals per delictes d’imprenta i condemnat a pagar les costes, sense que tinguera diners, Torregrosa, anònimament, s’els va deixar.” Tras la proclamación de la I República, el 23 de mayo de 1873, Francisco Torregrosa es nombrado alcalde, siendo primer teniente de alcalde su cuñado Cristóbal Parreño Yrles y segundo teniente de alcalde el padre de los hermanos Ibarra, José Ibarra Sempere. En el año 1879 fue elegido presidente del comité local del Partido Democrático, siendo también miembros de dicho comité, Javaloyes, Parreño, Lagier, Baeza, Doló y Ramos (El Graduador de Alicante). Dos años más tarde se incorporaría a dicho comité su hijo Gervasio. Francisco falleció en 1888, su partida afectó sobremanera a su amigo Aureliano que le dedicó un sentido obituario en El Graduador, previamente, con ocasión del hallazgo de La Galatea le había dedicado estas frases: “El Sr. Torregrosa que es uno de nuestros mejores y más queridos amigos y que pertenece á esa clase de hombres poco común en el mundo, siempre consecuentes en su amistad, siempre leales en su afecto: siempre solícito en complaceros, deseoso siempre de dar nuevas é inagotables muestras de su cariño.” (Aureliano Ibarra, op. cit.) Al tiempo de su fallecimiento, su hijo Gervasio ya estaba casado con Isabel Alonso Fenoll con la que no tuvo descendencia. Por su parte, su hijo Casto se casó con su prima Josefa Parreño Ferrández, hija de su cuñado y compañero de fatigas Cristóbal Parreño Irles, y ya había nacido en 1882 el mayor de sus nietos, Gervasio, que curiosamente compartía nombre y apellidos con su tío. Todos ellos tuvieron un papel decisivo en el despegue industrial, agrícola y financiero que hizo cambiar para siempre a su querida ciudad, que nunca volvió a ser como antes, pero todo eso forma parte ya de otras historias …
Faustino Agulló Parreño Abril de 2025
TORREGROSA RIPOLL, Francisco. Propietario. Alcalde popular durante la I República entre el 23 de mayo de 1873 y el 19 de febrero de 1974. Ingresó en la masonería en el año 1878 en la logia Ilicitana 124 con el nombre simbólico de “Castelarº”, logia perteneciente al Gran Oriente de España. Alcanzó el grado 3º en 1888 en la logia Ilicitana 378. En 1878 ocupó en la logia el cargo de Tesorero.
[397] Proclamación de la República federal
La noche del sábado 7 de junio de 1873, se recibió por telegrama la noticia en esta ciudad de que se había proclamado la República federal en la capital de España.
Al momento, se publicó por bando, con acompañamiento de la música, recorriendo las calles principales, conduciendo la bandera republicana, y en medio del entusiasmo, se oían vivas a la República.
Se colocó en la torre de la Casa del Ayuntamiento la bandera tricolor, y en el balcón grande, la española, y colgaduras en todos los demás.
El Círculo Republicano establecido en la casa de D. José Coquillat, plaza Mayor, puso también su bandera tricolor y colgaduras.
La noche del siguiente día 8, hubo iluminación en la Casa Capitular y en dicho Círculo, siendo alcalde D. Francisco Torregrosa y Ripoll.[1]
Situado en el balcón del Círculo el republicano Juan Ruiz y Lorenzo, dirigió la voz a las gentes que habían [sic] en la plaza, manifestando el deber en que estaban de guardar orden, y que la República había de ser la felicidad de la nación. Que con constancia podría llegar el día del progreso y adelantos que exigía el siglo presente.
[1] Francesc Torregrosa Ripoll va ser alcalde d’Elx entre el 23 de maig de 1873 i el 19 de febrer de 1874.
[401] Cuartel de Caballería, su medición
Habiendo ordenado el Sr. jefe económico de la provincia se procediese a la rectificación de las medidas del edificio Cuartel de Caballería de esta ciudad por disposición del Sr. alcalde D. Francisco Torregrosa Ripoll, en 29 de julio de 1873, los maestros de obras D. Joaquín Guardiola, de Alicante, y D. Pedro Fluxá Aznar y D. Vicente Penalva [blanc], de Elche, pasaron al citado Cuartel y verificaron su medición, certificando ser su planta un rectánculo [sic] de noventa y cuatro metros, sesenta centímetros, el lado mayor, y el menor, de ochenta y un metros, noventa centímetros, arrojando en multiplicación una superficie de siete mil setecientos cuarenta y siete metros setenta y cuatro centímetros, o sean, setenta y siete áreas y cuarenta y siete centiáreas, en cuya operación estaban conformes, y en fe de lo cual, extendieron la oportuna certificación visada por dicho Sor. alcalde.
[403] Fiesta del 14 y 15 de agosto
No obstante, las fatales circunstancias de la nación, debidas a la insurrección separatista, se decidió el Ilte. Ayuntamiento de esta ciudad, en vista de la tranquilidad de la provincia, a verificar la función que anualmente se celebra a la digna Patrona de Elche, la cual tuvo lugar en los días 14 y 15 de agosto de este año 1873.
La tarde del 13, no fue tan animada como en años anteriores, en que un sin número de carruajes llenos de familias, procedentes de distintos puntos, venían con entusiasmo con alegres cantares, al son de diferentes instrumentos, para ver tan brillante festividad; mas en el año actual han sido muy pocos los forasteros que nos han visitado.
La alborada, que como de inmemorial se hace en la noche del referido día, carecía del gran número de fuegos artificiales que en las anteriores se quemaban por los particulares, elevándose algunos globos aerostáticos.
A las 12 en punto, al romper el campaneo general, se dispararon en la torre del Consejo de la Casa Capitular, por el pirotécnico José Albarranch Ruiz, una gran porción de cohetes voladores, en forma de una palmera de fuego, satisfecho el gasto de fondos municipales.
La tarde del 14, concurrió poca gente a Santa María para ver la solemne función, pues, así como en otros años había gentes hasta en las calles de entrada al templo, este año se notaba un grande vacío por la puerta Mayor, sin colocación de bancos.
El día 15 ya se aglomeró algún número de forasteros de los pueblos más inmediatos.
Por la noche no hubo castillo de fuegos artificiales por carecer de recursos el Ayuntamiento.
En este año hubo grandes apuros en el comisario de festividades del Municipio, D. Pedro Sequeira y Buch, en razón a que el día 12 no había llegado aún a esta ciudad el oropel para adornar la Granada, Araceli y Coronación. A las 5 de la tarde de dicho día, así como por milagro, llegó por mano del conductor del coche procedente de Murcia, pues dicho oropel se trae siempre de Valencia, lo que no fue posible este año por estar bombardeando la ciudad. Con dicho motivo me parece prudente advertir al señor comisario de festividades que, en lo sucesivo, haga cuantas gestiones sean necesarias tres meses atrás para que el oropel esté preparado y no se vean en el conflicto de este año, pues la operación de revestir las piezas no se hace en veinticuatro horas.[1]
Las noches del 13, 14 y 15 tocó la música en el paseo de Bru.
La tarde del 10, al tener que practicarse la Prueba en Santa María, no quería bajar en el Araceli Manuel Sánchez Aznar, entendido por el Pai-Sant, según se decía, porque se habían puesto en el cielo para manejar las tramoyas operarios nuevos y, por lo tanto, se resistía el Sánchez, y después de larga cuestión con el alcalde accidental D. José Ibarra y Sempere, mediando el Sr. cura D. Francisco Cotán y otros, lo verificó haciendo su papel de tenor.
Siendo alcalde D. Francisco Torregrosa y Ripoll y cura de Santa María, el Dr. D. Francisco Cotán y Blanco.
[1] Recordem que l’oripell va tallat i cosit a uns llenços que cobreixen els aparells aeris de la Festa.
[404] Arranque de árboles [de la] plaza de la Fruta
En la mañana del 7 de noviembre de 1873, se arrancó el árbol de la plaza de la Fruta, frente de la Carnecería y casa de Josefa Romero, viuda de Manuel Mirasol, y el 18 del mismo mes, se hizo igual operación con los cinco restantes, motivo a que sus raíces rompían las cisternas de las casas inmediatas. El arranque se hizo por Francisco Maciá y Rubio y otros peones del Ayuntamiento, bajo la dirección del maestro de obras titular D. Mariano Llofriu e Ibarra, siendo alcalde D. Francisco Torregrosa y Ripoll. Todo lo cual se verificó a consecuencia de una solicitud que presentaron al Ayuntamiento Tomás Torres y Vicente, Juan Fuentes y Marco, y otros vecinos, en cabildo de 13 de noviembre de 1873, en que se acordó se quitaran los respectivos árboles.
FUENTE: CASTAÑO I GARCÍA (ED.), (2024), Noticias de Elche [1804-1873] de Josep Mª Ruiz de Lope i Pérez, Elche, Cátedra Pedro Ibarra, págs. 460-461, 462-463, 463-465.
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