Datos biográficos
SANSANO BLASCO, Antonio. Confitero en la Corredora en la década de los cincuenta, sesenta y setenta del siglo XIX.
[141] Permiso y construcción de un nuevo cauce por interesados de casas [de la] calle de la Corredera
Reconocidos altamente por dilatados años los perjuicios ocasionado a las casas existentes a la parte del norte de las calles de San Roque y Corredera, por las aguas que transitan por el centro de las mismas o cauce, que las conduce por la Palanca al huerto titulado de Gil, propio de D. José Diez y Coves, viudo de Blasco, con el fin de poder evitar éstos en lo sucesivo, en cabildo de 25 de febrero de este año 1859, se presentó una solicitud por D. Antonino Ibarra,[1] por sí y en nombre de D. Juan Roca de Togores, D. José M.ª López, D. Pascual Fuentes, presbítero, D. Miguel Sansano, D. Ramón Antón y Marcell, y D. Fernando Antón de Serra, para que se les autorizase variar la dirección de las aguas referidas, que riegan el indicado huerto de Gil, que hoy pasa por el interior de las casas que estos poseen en la calle de San Roque por la acequia Palanca, trasladándola al albañal de la Corredera, formando el cauce necesario, principiando de la frontera de la casa de D. José Ibarra, de la calle de la Victoria y, por medio de ésta, a derramar en la antedicha, todo a costa de los exponentes; y el Ayuntamiento, en su vista y con noticia de hallarse conforme el interesado en el predicho huerto D. José Díez, acordó conceder el permiso solicitado, haciéndose las mismas con intervención del regidor comisario de obras.[2]
En vista, pues, del referido acuerdo y, a petición de otros interesados de casas en la mencionada calle de la Corredera, se principiaron los trabajos del indicado cauce, formándolo desde el interior de la casa propia de D. Manuel Montenegro, lindante por levante con la de D. Andrés Valero de Fuentes y, de poniente, con la de D. Francisco Pomares, a buscar el centro de la Corredera, y desde este punto, en dirección al huerto nombrado de Gil, por la calle de San Roque, ejecutándose dichas obras bajo la dirección del maestro albañil Gaspar Torres, hallándose al frente de las mismas el comisionado al efecto D. Fernando Antón de Serra, nombrado por los interesados, y como depositario de las cantidades, que se recogían de aquellos para dichas obras.
El indicado cauce se principió en el día 1.º de marzo de 1859, y [se] concluyó en 6 de abril del mismo año, habiendo satisfecho sus gastos los repetidos interesados, contribuyendo en esta forma: D. José M.ª López de Martínez, D. Miguel Sansano, D. Pascual Fuentes, presbítero, D. Fernando Antón, D. Tomás Fenoll, D. Juan García, D. Antonio Sansano, D. Francisco Pomares y D. Ramón Antón, con 60 reales [de] vellón cada uno, como cantidad designada por casa, según convenio entre los mismos; D. Antonino Ibarra, por sí, y D. Juan Roca, en 120 reales; D. Manuel Montenegro, por casa y media, en 90 reales; D. José Ibarra, por media, en 30 reales; D. José Botella, por media, 30 reales; D. Andrés Valero, en 12 reales; importando todos los gastos de dicha obra, sobre 800 reales [de] vellón, según me consta por el D. Fernando, depositario.
Algunos de estos interesados, en los últimos días de marzo y primeros de abril, en que se estaba verificando la obra del cauce, dieron salida de sus casas por medio de conductos a las aguas sucias, para derramar en el nuevo principal y, de este modo, evitar los perjuicios que hasta dicha época han sentido, costeando estos trabajos cada uno de por sí.
[1] Antoní Ibarra Mirasol (1779-1859) era l’avi patern d’Aurelià i Pere Ibarra.
[2] Capítol del 25-02-1859 (AHME, Llibre d’actes municipals, sig. a/166, f. 198v-199).
[215] Fuerte lluvia
El domingo, día del Dulce Nombre de María, 14 de setiembre de 1862, a los tres cuartos para las 12 de la mañana, llovió en esta villa de Elche, de tal modo, con algún trueno y fuertes vientos de poniente y levante, que los actuales moradores no habían visto otro temporal tan raro, pues el agua, por efecto del viento, rechazaba sobre los edificios, de suerte, que formando cascadas, se elevaba más de cinco palmos de los pretiles de los terrados.
La Corredera, calle que no está muy nivelada, un albellón que hay frente las casas de Antonio Sansano, confitero, y de D. Luis Llorente, no podía dar salida a las aguas que se precipitaban hacia aquel punto, y se veía propiamente convertido en un mar, hasta contener más de dos palmos de agua los pisos bajos de las casas de D. Luis Llorente, D.ª Rita Soler, viuda, Vicente Bañón, D. José Agulló, médico, Andrés Valero y otras, perjudicando mucho los cimientos de los edificios.
Acudió la autoridad, el maestro de villa José Penalva, con su hijo, y albañiles, y vieron que se hallaba cegado el despedidero, el que, siendo destapado, se dio pronto salida a las aguas. Hubo algunas cuestiones en aquel acto.
En la torre de Carrús se llevó el agua cinco pinos, que arrancó, y otros perjuicios en el término.
La lluvia duró alguna media hora.
Entraron doce palmos de agua en el Pantano.
La Rambla tuvo avenida hasta cerca de dos palmos y el gentío iba al puente para verla.
[350] Brillantes festejos a nuestra Patrona por el cumplimiento del 5.º siglo de su Venida a Elche
Llegó el 13 de febrero de 1870 y el Ilte. Ayuntamiento hizo pública una manifestación impresa, cuyas hojas circularon en gran número de ejemplares por toda la población, la cual, a la letra, se hallaba extendida en los términos siguientes: «Ilicitanos. - Hoy es el día en que vuestro Ilte. Ayuntamiento, henchido de placer y entusiasmo, os revela un pensamiento sublime, una idea grande que constantemente ha abrigado en su seno y que no duda merecerá el aplauso de este culto vecindario. - Todos recordamos que en los años anteriores en el día del aniversario de la Venida de nuestra amada Patrona, se han hecho grandes esfuerzos para dar el mayor esplendor posible a los festejos que tuvieron lugar en obsequio de la que ha tendido su protectora mano, colmándonos de beneficios y derramando abundantes aguas sobre los extensos campos de nuestra augusta villa; pues bien, en nombre del Municipio al cual tenemos el honor de pertenecer, hemos dispuesto manifestaros que esta Corporación se halla completamente resuelta a tomar la ardua empresa de ponerse al frente de los públicos festejos que se preparan para el próximo Centenar, que se solemnizará el 29 de diciembre del corriente año. - Al efecto, y a fin de que dichos festejos tengan la mayor brillantez, excitamos desde este día el celo de nuestros convecinos para que, reunidos en sus correspondientes gremios, aduzcan los recursos que les sean posibles y formen, en su día, lucidas comparsas, suntuosos carros de triunfo, elegantes colgaduras y caprichosas iluminaciones. - Ilicitanos: aunemos nuestros esfuerzos y hagamos ver a las futuras generaciones que cuando se trata de obsequiar a nuestra muy amada Patrona, nos mostramos dignos émulos de lo que fueron nuestros antepasados. - Elche, 13 de febrero de 1870. - El presidente accidental, Juan Bautista Javaloyes – La comisión de festividades, Manuel Sánchez Rojas – Constantino Ruiz – Vicente Bañón Agulló – Gaspar Melendez – Antonio García Castell».[1]
(...) La fachada de la casa de D. Pascual Llopis y Soler, la de D. Antonio Sansano Blasco, y otras varias de la citada calle, se decoraron bellísimamente con muchas banderas, faroles, palmas y verdes follajes naturales, que, con ayuda de bonitas arañas, constituía todo un resultado brillante.
[1] Un exemplar d’aquest imprés es conserva en el Tesoro histórico compilat per P. Ibarra (AHME, sig. b/256-315).
FUENTE: CASTAÑO I GARCÍA (ED.), (2024), Noticias de Elche [1804-1873] de Josep Mª Ruiz de Lope i Pérez, Elche, Cátedra Pedro Ibarra, págs. 164-165, 225 y 401
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