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Sánchez Gamero, Felip

Enviado por Javier Crespo … el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
19 de febrero de 1969
Profesión
Empleado de supermercados

SÁNCHEZ I GAMERO, Felip (Elx, 19-II-1969)

Entrevista a Felip Sánchez i Gamero

Nací el 19 de febrero de 1969 en Elx. Soy el primer hijo de mi familia, somos cuatro hermanos en total, Rosa, Cristina, Fernando y yo. Ser el mayor, para bien o para mal te marca. Mi padre, Francisco, nació en Elx durante la guerra civil, porque aquí estaban mis abuelos desplazados, trabajando en una fábrica de armas que había. Son de Córdoba, de Belmez, un pueblo de allí. Y mi madre, Rosa, nació en Campillos, es malagueña. Se conocieron aquí en Elx, ambos provenientes de la inmigración que hubo a partir de los años 50. Mi padre vino aquí porque era su lugar de nacimiento y le pareció bonito volver a sus raíces. Y mi madre siendo una niña por las circunstancias laborales de mi abuelo, que era ferroviario, y le dieron plaza aquí en Elx, donde se establecieron de forma definitiva. La verdad es que no tengo queja de mi infancia, fue alegre y feliz, aunque mis padres se separaron en mi adolescencia. Vivía en Doctor Caro, e iba al colegio Virgen de la Cabeza que ahora es el Luis Cernuda. Era un colegio que derrumbaron justo cuando yo acabe octavo de EGB, entonces hicieron el colegio nuevo. Anteriormente, hice el parvulario y primero de EGB en una academia, porque no tenía plaza en un colegio público. Iba a la academia de Don Ramón, al que todavía me encuentro en la calle y le sigo llamando así, le tengo mucho cariño, aunque era un profesor a la antigua usanza. La academia era como una escuela unitaria. Había niños de todos los cursos juntos, nos distribuían en pupitres muy largos en los que estábamos sentados y cada pupitre se correspondía con un curso, por lo que estábamos cuatro o cinco personas de cada curso, y te iban dando las clases de todo Don Ramón y su mujer, la señorita Susi. A partir de Segundo de EGB me incorporé a la escuela pública. En el cambio al colegio público te encuentras con muchos más niños y niñas, había más clases por cada curso. Allí hice amistades que lo fueron durante muchísimos años y que todavía perduran. En esa etapa tuve otra maestra que me marcó, doña Isabel, que fue mi tutora de sexto, séptimo y octavo, me marcó bastante por la forma en la que tenía de enseñar y educar. Y supo cómo alentar el interés que yo ya tenía por la historia. Y quizá eso llevó a que me gustara la política como parte de lo que soy, independientemente de que ahora sea concejal, toda la vida me han interesado los procesos sociales e históricos por los que se consiguen las cosas. Porque eso es la historia, la manera en la que se pueden conseguir las cosas, muchas veces por iniciativas populares. El colegio Virgen de la Cabeza estaba situado en un huerto junto al Parque Deportivo. Recuerdo que los antiguos propietarios de aquel huerto todavía vivían allí en una casa aledaña. Y parece que no, pero estar en un colegio en el que tienes un huerto, ves cómo se riega, juegas con las palmeras; pues es algo distinto de lo que puedan tener en otros sitios. En nuestro caso, jugábamos a subirnos a las palmeras, a tirar piedras para que caigan los dátiles, a todo eso jugábamos, con lo que el huerto nos ofrecía. Por aquellos tiempos la lengua extranjera que se daba era el francés, el inglés era todavía un poco extraño, aunque yo tuve clases particulares y ambos idiomas no me son desconocidos. En aquel momento, aún no se daba el valenciano en la escuela, yo lo comencé a dar cuando llegué al instituto. Fui un estudiante que tenía buenas notas, salvo en matemáticas y física y química. En el resto tenía bastantes buenas notas.

Mi infancia transcurrió en la calle Doctor Caro y las calles del entorno. Era un paisaje urbano distinto, yo vivía en el único edificio con altura de esa calle, porque todo eran casas bajas. La gente todavía salía a la calle a sentarse, no había mucho paso de coches. Podías jugar mucho en la calle, estabas bastante a pie de calle. Es algo que quizá los jóvenes ahora no comprendan lo que significaba, porque al final resulta que tu no vivías en tu casa; ahora es lo contrario, nos encerramos en casa para estar más conectados a internet y hacer otras cosas. Pero antes se vivía mucho en la calle y era porque apenas había coches, eso hacía que la gente se conociera más, era un modo de vida distinto. El final de la calle Doctor Caro estaba incluso sin asfaltar, Elx era una ciudad con muchas carencias en ese aspecto. Recuerdo que la ciudad era muy distinta a la que conocemos ahora, sin gran parte de las dotaciones e infraestructuras que hoy tenemos. Uno de los recuerdos que tengo de mi barrio era que había una lechería enfrente de mi casa e íbamos a comprar leche recién ordeñada que hervíamos, es algo que ahora no se puede hacer por cuestiones sanitarias, pero la verdad es que lo echo de menos porque la leche sabía distinta a la de ahora ya envasada. Mi madre me mandaba a hacer recados desde pequeño y en gran parte de los comercios del barrio te hablaban directamente en valenciano, entonces ya empecé a conocerlo y a entenderlo. Ya me gustó el valenciano desde muy pequeño. Además, en las tiendas te conocían porque eras el hijo de unos vecinos del barrio. Mi padre tenía un comercio de vajillas en la calle Vicente Blasco Ibáñez, ‘Establecimientos Paco’. Y a mí me conocían por el hijo de Paco, había gente que incluso me llamaba Paco, pensando que tenía su mismo nombre. Hubo una crisis comercial en los años 80 y cerraron muchísimos comercios, entre ellos el de mi padre. Acabó trabajando en lo que ahora es la empresa de limpieza pública, estuvo allí como encargado hasta que se jubiló, Rosa, mi madre, era aparadora, estuvo trabajando en casa, cómo tantas otras mujeres ilicitanas. Pasó luego por algunos talleres clandestinos, la necesidad de un sueldo y la realidad de un sector con alta economía sumergida la obligaba. Finalmente, logró contrato en una fábrica de Carrús, donde estuvo hasta que se jubiló, consiguiendo llegar a cotizar lo suficiente para obtener la pensión mínima contributiva. Hemos sido una familia humilde y trabajadora, con carencias en algunos momentos, pero que a pesar de ello ha tirado siempre hacia delante. Fui de niño y adolescente muy lector, todos los días me leía los dos libros, que era el máximo del préstamo diario, de una biblioteca municipal que teníamos en mí misma calle. Tenía una gran concentración me permitía leer con mucha rapidez, cosa que ahora echo a faltar. Como me gustaba la historia, parte de mis lecturas me encaminaron hacia la historia valenciana. Eso y otras reflexiones propias hicieron que políticamente mis ideas fueran de izquierdas y valencianistas, en realidad, ha ido todo más o menos a la par y ha sido casi un proceso natural para mi formar mi ideología. Siempre me ha interesado mucho la política, el valencianismo y la historia del país valenciano. Siempre he sido bastante valencianista y eso siempre ha pesado bastante en mí.

Mi padre también se dedicó a la política, estaba en el Partido Socialista, incluso cuando todavía no había democracia. Y luego él, en la primera legislatura de la democracia, también fue elegido concejal. Todavía recuerdo que me hacía gracia escucharlo en la radio, entonces no había televisiones locales. De aquel tiempo, sobre todo, tengo un recuerdo muy claro del día del golpe de estado. Mi padre cerró la tienda y se fue al ayuntamiento, y en casa estábamos todos muy preocupados porque no sabíamos que iba a pasar, no sabíamos si iba a volver. Fue un día complicado, hubo mucho nerviosismo, y aunque fuera un crío, que ya no era tan crío porque tenía 11 años, comprendes que podía haber consecuencias bastantes malas para nuestra familia. Luego conforme fui creciendo otras inquietudes personales se fueron mostrando, antes incluso de terminar el colegio. Aunque la sociedad de ese tiempo te educaba de una forma católica, yo ya me consideraba agnóstico, y ahora desde hace muchos años, ya me considero ateo. Me consideraba agnóstico porque no encontraba el sentido de la vida en la religión, aunque la sociedad era muy católica, poco a poco mis creencias e ideas se desarrollaron en el pensamiento de no creer en ninguna religión ni deidad. Considero que la vida es la que tenemos aquí y por eso tenemos que hay que hacer lo mejor posible para todo el mundo. Comencé mis estudios de bachillerato en el instituto Pedro Ibarra, pero no pasé de segundo de BUP, repetí. Y no acabé los estudios de secundaria. Luego, me tocó hacer la mili. Tenía esperanzas de no hacerla porque mi año era en el que más gente había, éramos lo que ahora se llama generación Boomer. Muchos de mis amigos se libraron, pero yo no. Me tocó hacerla en Zaragoza en una brigada de caballería, con 19 años. Y allí curiosamente, al ser un cuartel en el que éramos todos valencianos y catalanes, fue donde me solté muchísimo con el valenciano, porque lo hablábamos todos; ya que, aunque yo sabía valenciano me daba vergüenza hablarlo. Cuando acabé la mili, en el año 89’, busqué trabajo y me contrataron en el supermercado Mercadona y comencé a trabajar allí, primero en Santa Pola y posteriormente me trasladaron aquí a Elx. En aquel tiempo había pocos supermercados de esa cadena en nuestra ciudad. Estuve trabajando en el de la zona de Carrús muchísimo tiempo. Al final aprendes a hacer un poco de todo, empecé en alimentación, luego cajas, estuve en la pescadería, en el horno, etc.

Sé hacer un poco de todo. En Mercadona estuve 22 años y medio, hasta que me despidieron. Me tocó denunciar a la empresa para poder cobrar la indemnización que me correspondía por despido, la cual cobré, finalmente. María Luisa, mi mujer, también trabajaba en el Mercadona y aún continúa haciéndolo. Coincidí con mi mujer en el instituto y fuimos a la misma clase, pero curiosamente nunca nos llegamos a dirigir la palabra. Y, sorprendentemente, cuando fui a entregar la solicitud de trabajo en Mercadona se la di a ella en la caja. Más tarde, cuando me trasladaron a Elx, fui a la misma tienda donde estaba ella. Yo me sentía muy atraído por ella y tras varios años de tiras y aflojas, desde 1995 estamos juntos, siendo para mí lo más importante que he conseguido en mi vida. Nos casamos en 1999, en Elx. Dimos antes el paso de comprarnos una casa, la que encontramos estaba en la zona nueva de Altabix, éramos entonces el último edificio de la ciudad. Nuestra familia siempre nos decía que nos habíamos ido a vivir al campo, pero ahora ya ha crecido el barrio y se encuentra rodeada de otras nuevas zonas de edificaciones. Nos casamos en 1999, lo hicimos por la Iglesia porque mi mujer quería que la casara José Antonio Valero, sacerdote amigo de su familia. Hablé con él para avisarle de que era ateo y no me puso ningún problema. Tenemos dos hijas, Paula (2003) y Mónica (2007). Paula ha empezado ya la universidad, está estudiando Bellas Artes y Mónica está en segundo de la ESO. Intentamos ser una familia abierta, qué favorece que ellas puedan ser lo que quieran ser en esta vida. Lo único que les decimos es que sean buenas personas siempre. Estamos muy orgullosos de ellas. En el año 2006, cuando mi hija entró en el colegio, había una carencia de plazas escolares en el barrio de Altabix. Entonces la Consellería de Educación creó un colegio con un número, pero sin edificio, ni perspectiva de tenerlo y mi hija fue a parar allí. Posteriormente, se le puso el nombre de CEIP Clara Campoamor. Esa situación me motivó a trabajar en el AMPA y antes de que acabase el primer curso me convertí en el presidente del AMPA. Estuvimos haciendo muchísimas reivindicaciones, tuvimos contactos con la Conselleria e hicimos comprender la necesidad urgente de que se construyese el colegio. Dejé de ser presidente del AMPA en cuanto me eligieron concejal, porque creo que no es compatible estar en una asociación para reivindicar y estar en el lado político al mismo tiempo, son lados opuestos. Una vez que terminé con Mercadona y me fui al paro, empecé a buscar trabajo, pero no encontré, la crisis de 2008 estaba muy vigente. Estuve desempleado durante dos años y medio y aproveché ese tiempo para formarme y empecé a hacer cursos del Servef, hice un curso de microinformática de reparación de ordenadores y luego hice otro de administración de servicios de Internet. Además, he realizado algún curso de diseño gráfico y de inglés profesional. A los dos años de estar desempleado dejé de cobrar el subsidio de desempleo y comencé a cobrar una ayuda de 425€. Toda esa época fue difícil para mi familia, nos tuvimos que apretar mucho el cinturón. Pude encontrar trabajo a tiempo parcial en la cadena de supermercados Dialprix, Me pagaban 450€, yo bromeando con mi mujer decía que habíamos logrado mejorar, tenía 25€ más al mes. Independientemente del sueldo, la verdad es que había buen ambiente de trabajo allí.

Aunque mis preferencias políticas pasaban por otras opciones más valencianistas y de izquierdas, tras la mayoría absoluta de Aznar en el año 2000 decidí que había que hacer algo y me afilié al PSPV-PSOE. Pero llegó un momento, cuando tenía 41 años, en el que necesitaba estar en una opción política que estuviera más acorde con las ideas que yo quería defender, y dejé el PSOE en 2010. Lo dejé y no me incorporé a ninguna otra formación política. A pesar de mi salida de esa época guardo buenos recuerdos de los compañeros y compañeras de aquel momento, incluso cuando salí elegido cómo concejal por Compromís en 2015, muchos de ellos me trasladaron su alegría por mi elección. En 2014 comencé a militar en Compromís, era un partido que siempre me había interesado por sus propuestas y las personas que lo representaban. La causa de acabar allí fue porqué había un grupo de gente ilicitana que organizaba quedadas tuiteras para desvirtualizarse y conocerse, en ese grupo conocí a algunas personas que eran de Compromís per Elx, la afinidad con ellas me hizo dar el paso de simpatizante a afiliarme. Si tuviera que definirme ideológicamente, soy una persona de izquierdas, valencianista y republicano. En Compromís existen cuatro patas: están los tres partidos que conforman una coalición y los adheridos, que están afiliados directamente a la coalición y no están en ningún partido. Yo me hice adherido. Participaba en las asambleas y me gustaba el ambiente y los posicionamientos políticos; cuando había que hacer cualquier cosa a mí me gustaba participar. Entonces, cuando iban a llegar las elecciones locales de 2015, se organizaron unas primarias en Compromís y hubo compañeros y compañeras que me animaron a que me presentara y lo hice. Acabé entre los 4 primeros de las primarias, sería el tercero en la lista al ayuntamiento. En ese momento, iniciamos la campaña, mientras yo todavía estaba trabajando en Dialprix, cuando salía de trabajar a las 22:00 me iba a poner carteles por ahí. Fue una campaña con pulsión de cambio entre la ciudadanía, se sentía y también sentíamos que había interés hacia nuestra fuerza política. Después de las votaciones la izquierda no obtuvo la mayoría. Compromís pasó de no estar en el Ayuntamiento a tener cuatro concejales. La verdad es que fue una noche de la que tengo un muy buen recuerdo y un sentimiento de mucha alegría entre la gente. Además, aunque hubo mayoría de los partidos de derechas, los números podían dar para hacer un Gobierno alternativo. Finalmente conseguimos crear una coalición para gobernar compuesta por PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche. Yo entré como concejal de Participación. Posteriormente, una crisis de gobierno hizo que a Ilicitanos por Elche se le retiraran las competencias y el Gobierno quedó momentáneamente en minoría. Pero se volvió a pactar con el Partido de Elche y se logró consolidar el Gobierno, aun así seguimos siendo un gobierno en minoría. Esto sucedió al medio año de estar gobernando, por lo que ya estuvimos toda la legislatura gobernando en minoría, lo cual nos llevó a hacer muchísimos equilibrios entre partidos para intentar llegar a muchos acuerdos y poder gobernar. Esa minoría que teníamos nos impidió desarrollar una de las grandes acciones que hemos realizado ahora, que ha sido la peatonalización de la Plaça de Baix y la Corredora, ya lo quisimos hacer en la anterior legislatura, pero los partidos de la oposición no nos dejaban. En la pasada legislatura aumentamos la democracia, recuperando la transparencia del gobierno y la participación ciudadana. Cabe recordar que con el PP se prohibía hasta dejar entrar a la ciudadanía a grabar a un pleno. Desde 2015 la gente tiene libertad para entrar y salir del Ayuntamiento. La cercanía que te ofrece una ciudad como Elx tiene sus ventajas y también sus desventajas para otras cosas, evidentemente. Pero al final no está mal que la gente te conozca, se acerque y te cuente sus cosas, generalmente son necesidades que tienen, está bien que te las cuenten, porque tú estás aquí para ayudar. Aquí se entra para hacer de la ciudad en la que vives un lugar mejor y si la gente tiene problemas intentar solucionarlos. Ahora lo que buscamos es no dejar a nadie atrás en las sucesivas crisis que nos ha tocado vivir. Creo que mis ideas y mis pensamientos políticos, que son los de Compromís, han encontrado el momento idóneo para ser desarrollados, quizás tenemos una visión más acertada en lo que requieren las distintas situaciones porque consideramos que hay cosas que hay que hacer ya y no pueden esperar. Los otros partidos al final suelen caer del burro, como ha pasado con el Mercado Central o la Corredora, pero les cuesta mucho el decidir porque miran más el riesgo que el beneficio, el riesgo es un riesgo político, el beneficio es beneficio para toda la sociedad. Y en ocasiones, para que toda la sociedad tenga beneficios hay que asumir los riesgos políticos, y está claro que a veces te puede salir bien y otras veces te saldrá mal. Afortunadamente, a nosotros nos ha ido saliendo bien. Cuando tomas decisiones siempre tienes que pensar en las personas a las que van dirigidas, y tienes que pensar que puedes cambiar la vida de una persona para bien o para mal. Por lo que debes tener en cuenta que siempre tienes que obrar para el mayor número de beneficiarios posible. Y lo importante no es equivocarse, a pesar de qué lo es, lo importante es saber que si te equivocas tendrás capacidad de rectificar si estás a tiempo, o de ser consciente de no volver a hacerlo. Otra cosa que se descubre cuando gobiernas es que existe la necesidad de anticiparse, hay que trabajar con muchísima antelación en la administración pública. Tras cuatro años de gobierno llegan las elecciones del 2019, se volvieron a hacer unas primarias por parte de Compromís y volvimos a salir las mismas cuatro personas que ya estábamos, eso nos supuso un gran respaldo. Una vez celebradas las elecciones el PSOE subió a doce concejales y nosotros bajamos a dos, sufrimos un fuerte varapalo. En 2019 yo me quedé fuera junto con mi compañera Esther Díez. Se recompensó al Gobierno saliente, porque salió de las elecciones reforzado con mayoría absoluta, pero se repartieron los votos premiando más al partido socialista. A veces la vida da unas vueltas increíbles, y en esta segunda legislatura, aunque nos quedamos fuera Esther y yo, se nombró consellera de Agricultura a Mireia, y al irse de consellera yo entré de nuevo como concejal, en este caso de comercio, eficiencia energética y desarrollo rural. Posteriormente, al otro concejal que había, que era Antonio García, lo nombraron director general de Transición Ecológica en la Conselleria y también dejó el puesto de concejal, por lo que subió mi compañera Esther Díez. Y aunque habíamos bajamos a la mitad nuestros concejales, éramos necesarios para formar con el PSOE la mayoría absoluta de progreso, lo que nos ha permitido seguir gobernando Elx, con mayor libertad que en 2015 por no estar ya en minoría como en la anterior legislatura. En cuanto al futuro, me gustaría lograr que Compromís tuviera más concejales, considero que en la primera legislatura se trabajó muy bien, que se hicieron muchos avances en todas las áreas en las que mis compañeros, y yo mismo, trabajamos, pero no se vio reconocido por los electores. Entonces quiero contribuir a que Compromís crezca en 2023, creo que somos una buena herramienta para la ciudadanía, somos necesarios para que de verdad se avancen en ciertas políticas y ese es mi papel político. En ésta segunda legislatura hemos sido muy determinantes para dar avances en todo el municipio e impulsamos las políticas de transformación física y social de barrios y pedanías. Recientemente, dejé de ser ‘adherido’ en Compromís y pasé a ser militante de Iniciativa, uno de los partidos que componen la coalición, creo que era el momento oportuno para reforzar las estructuras internas de la coalición y me siento muy unido al colectivo de Iniciativa tanto en Elx, cómo a nivel de País. No sé cómo será el nuevo proceso de elaboración de las listas electorales de Compromís, pero quiero continuar y me presentaré al mismo, he realizado un trabajo que es reconocido como bueno por los colectivos y personas con las que he tenido que trabajar desde 2015 y sobre todo porque creo que puedo aportar todavía bastante a la política municipal y a Compromís. Pase lo que pase, intentaré contribuir desde donde esté a que Compromís continúe manteniendo su presencia en el Ayuntamiento. En caso de que no volviera a salir, volvería a trabajar, dándome un tiempo de reflexión personal sobre mi futuro. La política es temporal, el que piense otra cosa se equivoca. Quién entra en política como yo lo veo es porque cree que va a conseguir ayudar a la gente con la que vive y además, lo debe de hacer con alegría. Yo soy alegre e intento siempre guardar cierta distancia con las críticas, que siempre te llegan, unas veces interesadas y otras legítimas porque no comparten tu punto de vista, con todas ellas intento que no me afecten personalmente e intento también comprender a todo el mundo. La pandemia de la COVID, ha sido muy dura y ha afectado a toda la sociedad, nos ha afectado a todos, en el caso de mis competencias a muchos comercios y a la hostelería, que es lo que yo llevo. Quizá dentro de unos años valoremos en lo que vale el esfuerzo que han hecho tantas personas por salvarnos a todos, más de las que a veces se reconoce o se recuerda por parte de la sociedad. En 2017, comencé otros estudios, esta vez en la Universitat Oberta de Catalunya. Fueron estudios del grado de Comunicación, más bien con el objetivo de formarme, me gusta aprender y saber. Fui cursando poco a poco, pero con la pandemia ahí se quedó y no he vuelto a reanudarlo, porque esta legislatura ha sido bastante complicada. Los estudios de Comunicación eran bastante interesantes, sobre todo porque al estar activo en política, verdaderamente me servían, los aplicaba en la gestión diaria. Además, desde pequeño iba mucho al cine y siempre me ha gustado el cine, la lectura y la música. Estoy muy abierto a escuchar cualquier cosa, o ver y leer cualquier obra, considero que siempre hay que tener curiosidad por todo. Lo que más colecciono son libros, ya no me caben en casa. Y también me ha gustado jugar al ajedrez y al sarangollo. Cuando era joven me gustaba ir en bici, en parte porque yo me saqué tarde el carné de conducir, pero sobre todo porqué me divertía con ella. Cuando terminaba de trabajar, me iba con la bici a recorrer los caminos del Camp d’Elx y luego aquí por la ciudad me desplazaba con la bici, cosa que sigo haciendo ahora siempre que puedo, aunque ya no con una bici propia, lo hago con Bicielx. Creo que es un medio de transporte bastante rápido y cómodo para una ciudad como la nuestra. Radio 3 es la emisora que yo escucho siempre. Me gusta la música indie y electrónica, es por la que más me decanto. En cuántos grupos New Order, The Cult o The Killers, por decir alguno. Libros tengo muchísimos, y la verdad es que leo cualquier cosa. Pero tengo una edición especial de La isla del tesoro, que tiene una traducción bastante aproximada de la época en que se escribió y ese libro, desde siempre, me ha gustado. Incluso ahora, a veces lo cojo y me pongo a leerlo como si fuese la primera vez; me gusta mucho, tiene mucho de la humanidad, todo tipo de personajes con defectos y virtudes. Películas me gustan de todo tipo, veo también bastante cine. En su momento cuando era un niño vi la Guerra de las Galaxias, desde entonces la he visto en el cine cada vez que la han estrenado. Me gustan las tres primeras, el resto ya no me llaman tanto. También me gusta mucho el cine clásico. Si tuviera que decir dos momentos históricos que han sucedido durante mi vida yo destacaría cuando en 2011 Joan Baldoví entró como diputado de Compromís en el Congreso de los Diputados y aunque ya había más diputados de origen valenciano, pensé: “por fin hay un diputado valenciano en el Congreso”. Al final creo que es necesario tener voz propia. También recuerdo los atentados del 11 de marzo, yo trabajaba en el horno de un Mercadona y tenía la radio puesta. Lo primero que pensé es que no podía haber sido ETA, era demasiado salvaje. Creo que después se politizó tanto todo lo que rodeó el atentado que es una lástima, porque debería ser algo que se conmemorase todos los años de una forma más neutra políticamente.

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