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Rodríguez Samper, Eduardo

Enviado por José Manuel Solá el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
1922
Lugar de nacimiento
San Juan, Alicante
Fecha de muerte
2 de septiembre de 2018
Lugar de muerte
Elche
Profesión
Pintor

Eduardo Rodríguez Samper, el último pintor humanista

José Manuel Solá González

biógrafo oficial de eduardo rodríguez samper. investigador y comisario de exposiciones artísticas. Información, 9-X-2018

Eduardo Rodríguez Samper, el último pintor humanistaCon la marcha el pasado domingo 2 de septiembre de Eduardo Rodríguez Samper perdemos a uno de los últimos humanistas que ha tenido la ciudad de Elche, transcurriendo su vida a lo largo de la línea del tiempo que ocupa todo un siglo [San Juan de Alicante, 26-05-1922 – Elche, 02-09-2018]. Artista plástico que desarrolló miles de obras a lo largo de los últimos ochenta años de su vida, desde que empezó a pintar con 15 años de edad.

Eduardo pertenece a la tercera generación de pintores ilicitanos que forman la saga familiar de los Rodríguez-Clement, que iniciara su abuelo el pintor y relojero Francisco Rodríguez Clement, El Amante, y también su padre, el pintor Francisco Rodríguez Sánchez, conocido por Francisco Rodríguez Sanclement. Las personas que lo conocimos y tuvimos la fortuna de compartir momentos de su vida, lo mostramos como una buena persona, llena de nobleza y generosidad, reservado y poco hablador, el último pintor humanista, siendo uno de los pocos autores ilicitanos que siempre se dedicó por entero a la actividad de pintor artístico.

Aunque la primera profesión de Eduardo Rodríguez a lo largo de cincuenta años fuera delineante. En el año 1940, con 18 años de edad, junto al arquitecto Antonio Serrano Peral dibujó los planos para la reconstrucción de la entonces Iglesia de Santa María y de su órgano, y los planos que se conservan en la Casa de la Festa para la recuperación de los aparatos aéreos, tramoyas y del torno empleado en las representaciones del Misteri, que habían sido destruidos en la guerra civil, además de los planos para construir la nueva arca de madera, con la que transportar la Virgen de la Asunción en su descubrimiento en la playa del Tamarit, la madrugada del sábado 28 de diciembre de este mismo año.

En estos meses también comenzó a trabajar en la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Elche, participando silenciosamente a través de la delineación de numerosos proyectos que sirvieron para la creación y transformación de la ciudad, entre los que sobresalen el proyecto de la Casa Maciá, el Cine Alcazar y la Lonja de Frutas y Verduras de Altabix [1941], el primer parque de bomberos junto al Puente de Canalejas, la reforma de la Casa del Huerto del Cura, la nueva Casa de Alberto Asencio y el nuevo linde de los términos de Elche y Santa Pola [1944]. También dibujó los planos de la nueva Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús [1946], la nueva Ermita de San Crispín [1950], el grupo de Viviendas para los Maestros [1952], la nueva Iglesia del Salvador y la nueva Iglesia de San Juan Bautista [1953], delineando más recientemente con el arquitecto Antonio Serrano Brú, el edificio de Galerías Hélike situado en la plaza de la Glorieta, y el nuevo edificio de la Casa de Gómez en la plaza de Eres de Santa Llucia, entre otros muchos, hasta su jubilación.

En la obra pictórica de Eduardo Rodríguez se proyecta la trayectoria que ha tenido la ciudad a lo largo del siglo XX, paisajes rurales y urbanos que vivió nuestro autor en primera persona, donde se recogen los detalles cambiantes del paisaje de nuestro pueblo, así como la vida de nuestros padres y abuelos que se desarrollaba en calles y plazas, de sus costumbres y tradiciones que se van perdiendo irremediablemente con los años.

En abril de 1950 realizó su primera exposición individual en Valencia, y en julio se casó con el amor de su vida, Concepción Valera Montoro, con la que tuvo cuatro hijos. En 1953 participó en el Casino de Elche, junto a su abuelo, su padre y su tío Ricardo, en una gran exposición de pintura, y en este mismo año organiza la que sería su primera exposición en la Galería La Decoradora de Alicante, y acabaría el año exponiendo junto a su padre en la Sala Pierre Bordes de Argel, la que también sería su primera exposición en Argelia durante esta década. En 1962 expone en Londres y Dinamarca, y en 1964 realiza su primera muestra en la Galeríe d´Art Montmartre de París, y en 1976 inauguró la que sería su primera exposición en la Sala de Arte Sorolla de Elche, propiedad de su amigo el pintor Fernando Sánchez y Juan.

En la década de los años 70, Eduardo conoce la Isla de Tabarca, donde llega a adquirir una casa de pescadores, pasando largas temporadas pintando sus playas y acantilados, además de numerosos temas marineros y desnudos. Destaca que en el curso 1977-78 se matriculara en la entonces Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, a la edad de 55 años, "para continuar aprendiendo", y en los años 80 comenzara a impartir clases de dibujo y pintura en la Academia El Amante. En 1989 realiza una gran exposición en la Torre de la Calahorra de Elche, y entre los años 1991 y 1992 pinta seis bocetos para el nuevo cielo del Misteri, que servirían para inspirar el "cel" que se emplea actualmente.

En 1991 pintó el cuadro titulado Plaza de la Glorieta, que sería la primera obra de Eduardo Rodríguez empleada por la empresa de transportes La Ruta Ibérica para ilustrar sus calendarios anuales, manteniendo este acontecimiento hasta el año 2012, a lo largo de los cuales nos recordó las calles y plazas transformadas o desaparecidas por el paso del tiempo, torres y huertos de nuestra ciudad. En 1993 mostró una de las exposiciones más conocidas en la Sala de la Mutua Ilicitana, y en el año 2011 se organizó la que sería la gran exposición titulada: Elche Imaginando el Pasado, con obras pertenecientes a la Fundación CAM, y a coleccionistas como Tomás Sanchiz y Antonio Najas, entre otros, que había pintado en las últimas décadas, y fue visitada por seis mil personas durante la quincena que permaneció abierta.

Tras la intensa trayectoria pictórica de la familia Rodríguez-Clement, en el año 2015, el Ayuntamiento de Elche designó una calle en la ciudad con el nombre Pintors Rodríguez Clement, situada en el Barrio del Travalón Alto, frente al Estadio del Elche C. de F., de la que Eduardo se sentía muy satisfecho.

Su actividad creativa nunca cesó, era un hombre de costumbres, y finales de 2017 con 95 años de edad, organizó la que sería su última exposición en las salas del restaurado Palacio de Die en Alicante, y unos días después, a principios de diciembre, un grupo de amigos y familiares celebramos con Eduardo Rodríguez una comida de homenaje para recordar vivencias, su amistad y aprovechar la ocasión para manifestarle el afecto que siempre le tuvimos.

La relación de amistad que tuve con Eduardo era profunda desde hacía mucho tiempo, acentuada en los últimos años por la redacción de su biografía oficial, además de las de su padre y abuelo, llegando a ser muy intensa y casi diaria durante el pasado verano, cuando la repasamos y subsanamos antes de su próxima publicación, al mismo tiempo que hacíamos planes de futuro, visitar en otoño la Isla de Tabarca, realizar un último viaje a Ámsterdam? Se nos ha marchado un gran hombre que sobretodo desprendía bondad y conocimiento, un intelectual, el último pintor humanista.

 

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