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Pérez Segura, Santiago

Enviado por Miguel Ors Mon… el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
27 de noviembre de 1935
Lugar de nacimiento
Elche
Profesión
Abogado y economista

PÉREZ SEGURA Santiago (Elche, 27-XI-1935). Pionero en aplicar técnicas empresariales modernas al proceso de fabricación y producción de calzado en Elche, en la época en la que se empezaban a instaurar los convenios colectivos. Nacido en Elche en 1935, es hijo de uno de los arquitectos más importantes de la historia ilicitana. Su padre, Santiago Pérez Aracil, estudió arquitectura en Barcelona, y trabajó como arquitecto municipal en Elche durante toda su vida. De su extensa carrera cabe destacar: el Hort de Baix (dentro del Parque Municipal), la “fábrica del sord” (recuperada como parte del colegio Candalix), el cine Capitolio (restaurado ahora para la tienda Zara), l´Escorxador (antiguo matadero, convertido ahora en un centro de cultura contemporánea), además de numerosos edificios, muchos de estilo modernista, que están situados en céntricas calles de la ciudad, como por ejemplo, en la Corredora. En la década de los 40 realiza sus primeros estudios en la escuela de Doña Rosario, excepto un tiempo que intercala con el maestro Don Julio. Con nueve años, sus padres lo ingresan interno en el colegio Jesuitas de Valencia. Sus años de universidad fueron bastante agitados. Debido a la vocación y trayectoria de su padre, primero realiza un intento de estudiar Arquitectura en Barcelona; después se traslada a Murcia donde cursa el primer año de Derecho sin mucho éxito; en 1954, llega a la Universidad de Deusto donde estudia durante un año pero, tras algunas desavenencias personales y educativas con la entidad, termina trasladándose a Barcelona para concluir sus estudios. Una vez allí, obtiene los títulos, primero, de Derecho y, después, de Económicas. Entre una carrera y otra, pasa 21 meses haciendo el servicio militar en Morata de Tajuña (Madrid), tiempo que considera “completamente perdido”. Tras acabar sus estudios, regresa a Elche en 1961. Elche era entonces una ciudad en pleno desarrollo: la industria del calzado se encontraba en su máxima expansión y  un gran despegue demográfico y económico tenían lugar. Una de las primeras cosas que recuerda tras su llegada a Elche, es su primer artículo recogido en la revista La Gaceta Ilicitana, creada por Juan Orts Román. En él, se mostraba escéptico y criticaba aspectos de productividad que venían promovidos por el Plan de Estabilización que había sido aprobado en 1959. En aquella época, en la provincia existían más de mil empresas en el sector del calzado (llegando a haber 2.544 sólo en Elche en 1966), que daban trabajo a más de 20.000 operarios y producían más de quince millones de pares de zapatos al año. Por entonces, varios industriales asistían a una serie de conferencias sobre una “incipiente” racionalización del trabajo y se aseguraba que Alicante era la provincia que más convenios colectivos había suscrito. En esa época, en 1962, y tras haber estudiado un curso sobre técnicas empresariales estadounidenses, Santiago Pérez comienza a realizar sus primeros trabajos en Elche. El sistema en la fábricas ilicitanas consistía en pagar a los operarios por valor de cada par de zapatos realizado y Santiago Pérez proponía instaurar una innovadora iniciativa de sistemas de organización, control de producción y, finalmente, retribución, más acordes a los recientes convenios colectivos. Su labor consistía en medir el tiempo medio estipulado que se tardaba en realizar cada una de las fases en la producción de un zapato determinado (modelado, corte, aparado, montaje…). Y, a partir ahí, obtener el promedio de productividad que se debía obtener al mes, es decir, el número de pares mínimo que debía salir mensualmente de cada tipo de zapato en particular. Por lo tanto, la retribución que debería cobrar el operario estaría en base a ese mínimo de productividad marcado para ese mes (un salario X para X pares al mes). En caso de superar ese mínimo de pares exigido, sería compensado con una prima salarial. Santiago Pérez tardaba de cuatro a cinco meses en realizar toda esta labor para una fábrica de calzado, en las que además le recibían con bastantes reservas. Una de las primeras fábricas en las que trabajó fue la de Miguel Hernández, conocido en Elche como el Marqués de Carrús; en 1978 llegó a erigirse como la principal empresa exportadora de calzado de Elche, con un valor global de exportación de 468 millones de pesetas, y situada dentro del conjunto de la clasificación nacional de empresas exportadoras como la número 296. Sin embargo, en un principio, se mostró reticente ante las ideas de Santiago, aunque terminaría cediendo y contratando su labor por 25.000 pesetas. Otra de las personas para las que trabajó fue para José Antonio Navarro Hidalgo, con el que terminaría montando una tecnoquímica, en la que cobraría 2000 pesetas a la semana. A raíz de ese contacto, también estuvo durante un tiempo trabajando en una constructora. Sin embargo, tras pasar un par de años intentando infructuosamente trabajar por libre en Elche, termina trasladándose a Benidorm y, más tarde a Alicante, donde finalmente abre un despacho de abogados en el que trabaja hasta su jubilación.

Entrevista realizada por Miguel Ors Montenegro (4-I-2011).

Transcrita por Guiomar Soler.

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