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Miralles Román, Pedro

Enviado por Miguel Ors Mon… el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
1930
Lugar de nacimiento
Elche
Fecha de muerte
20 de marzo de 2024
Lugar de muerte
Elche
Profesión
empresario

MIRALLES ROMÁN, Pedro (Elche, 1930).

              Pedro Miralles es una empresa ilicitana de calzado de señora que en la actualidad está presente en 40 países. Su propietario y fundador es Pedro Miralles Román, hijo de un taxista de Crevillente que llegó a Elche en 1916. Una familia numerosa compuesta de siete hijos –Pedro fue el más pequeño- que se estableció en la calle Reina Victoria nº 7, junto a la Casa de Socorro. Pedro Miralles nació en 1930 y estudió en el colegio público conocido como Las Graduadas en los años de la II República. Uno de sus hermanos mayores, Juan, murió en el frente durante la Guerra Civil.

             Acabada la guerra, Pedro Miralles comenzó a trabajar con 14 años en una fábrica de alpargatas de uno de sus cuñados, una fábrica conocida como la del Habanero, muy cerca de su casa y junto a otros 30 trabajadores. Años de posguerra en los que la ciudad de Elche contaba con 90 empresas de calzado. Sus estudios primarios le permitieron trabajar como oficinista en una segunda fábrica, “Samper, March y Navarro”, empresa perteneciente al grupo de La Zapatillera. Como los primeros salarios parece que quedan grabados en la memoria, Pedro Miralles recuerda que en 1945 cobraba 252 pesetas al mes. Tenía entonces 15 años. Trabajó en alguna empresa más, pero pronto encontró la que sería su ocupación preferida: viajar como representante de calzado.

             Su primer viaje con muestras de alpargatas fue para él inolvidable: viajó en barco a Palma de Mallorca –el año 1946- y no consiguió vender absolutamente nada. Aún recuerda que las alpargatas de Elche estaban muy mal vistas en una tierra en la que se apreciaba el calzado de calidad. En ocasiones ni siquiera le dejaban enseñar sus muestras. Su hermano mayor, Santiago, cortador en una fábrica de calzado, le tuvo que enviar dinero para el viaje de vuelta. Comenzó a trabajar entonces como representante de calzado del fabricante Ramón Sánchez Brotons a razón de un 5% de comisión por cada par de zapatos vendidos, zapatos de 14,95 pesetas el par. Si no alcanzaban las 15 pesetas era para reducir impuestos. Ese segundo viaje –entre Murcia y Castellón- ya fue mucho mejor en ventas y probó con otras zonas. Zaragoza, Pamplona y Logroño fue otro recorrido con no muy buenos recuerdos, al igual que la ruta Salamanca, Piedrahita, Barco de Ávila y Ciudad Rodrigo. En esta última zona le volvió a pasar lo mismo que en las islas Baleares: los comercios querían zapatos de calidad. Buscó nuevas representaciones de otros fabricantes de calzado (Ramón Sánchez Brotons, Salvador Campos Agulló o Juan Antonio Tornell) y siguió con sus dos viajes de mes y medio por temporada (verano e invierno), combinándolos con frecuentes visitas a Valencia y al conjunto de la Comunidad. Otro amigo y compañero de Pedro Miralles en muchos viajes y que con el tiempo se convertiría en uno de los grandes empresarios ilicitanos de los años sesenta fue Miguel Hernández, conocido en Elche como el Marqués de Carrús, no porque alcanzara tal título nobiliario sino por la fábrica que montó en aquel barrio ilicitano.

            En 1953, con 23 años, y con su bagaje de siete años como representante, montó su primer proyecto empresarial con dos socios. Tres jóvenes que participaban en el negocio con tres partes iguales y con tres cometidos diferentes: administración, producción y ventas. Crearon una marca llamada ROMY. Pedro, como encargado de ventas, siguió viajando y creó una segunda empresa al año siguiente, en 1954, dedicada al zapato de niño (Calzados Mami), situada en el Filet de Fora, frente al cine Avenida. Era un local de unos 200 metros con cinco o seis trabajadores y la mantuvo hasta 1959, año en el que también vendió su 33% de participación en la empresa de sus amigos. Fue un año prolífico, porque aprovechó también para casarse con Marina Llópez Piles, hija de un fabricante de calzado de Torrente y propietario además de una tienda de calzado, Calzados Viena, que todavía existe en la calle Ruzafa de Valencia. Se casaron en Valencia y aquel 33% le permitió cobrar 250.000 pesetas, la misma cantidad por la que su familia había vendido la casa de 250 metros cuadrados de Reina Victoria: 1.000 pesetas por metro.

            Y fue en el mismo año de 1959 cuando nació la empresa con el nombre actual: Pedro Miralles. Su primer emplazamiento fue en la calle Alfredo Llopis nº 4, muy cerca del centro histórico de Elche, un sótano conocido como “El submarino”. La empresa se dedicó exclusivamente al calzado de señora con 30 trabajadores y máquinas alemanas –Moenus- y máquinas ilicitanas fabricadas por Jaime Albero. La fábrica contó con el añadido de una sección de aparado en la calle La Torre, con unas 15 aparadoras. Una fábrica que comenzó a crecer aunque Pedro Miralles no abandonó sus viajes comerciales hasta 1969. Fue creando una red de representantes por toda España: la llamada zona de Levante –adjudicada para él-, Madrid, Castilla, Galicia, Aragón, Cataluña y Baleares y Canarias.

             El punto de inflexión y la consolidación de la empresa no tardaría en llegar. El representante de Madrid acudió a El Corte Inglés y Pedro Miralles recibió –en torno a 1968- un pedido de 72.000 pares. Pedro Miralles tuvo que ir a la capital, hablar con Celestino Areces, hermano de Ramón, encargado entonces de zapatería y comentarle que no sabía cómo podría con semejante producción. No obstante, se comprometió a fabricar 13.000 pares mensuales y de esa manera comenzó una relación fructífera que ha durado hasta finales de la década de los noventa. La firma creada por Ramón Areces llegó a significar, aproximadamente, el 35% de la producción de Pedro Miralles. La fábrica actual, situada en la calle Sor Josefa Alcorta, 33, fue construida a principios de los años setenta y es fiel reflejo de la consolidación en el mercado nacional e internacional de la marca.

            Hoy, con cerca de sesenta años ininterrumpidos dedicados al calzado, Pedro Miralles sigue creyendo que sólo merece la pena cuidar la empresa, la marca –en 1985 prefirió pagar más de cien millones antes que verse forzado a cambiarla, evitando de esa manera tan cómoda y habitual el pago de las obligaciones con la Seguridad Social- y ha renunciado a invertir en proyectos de construcción inmobiliaria, afición muy frecuente –y peligrosa- entre empresarios del calzado de la zona. Tampoco ha tenido otras aficiones al margen de recorrer buena parte del mundo. En los años del Elche club de fútbol en primera división fue vicepresidente con Manuel Martínez Valero. Pero como empresario sólo recuerda las tertulias rápidas con otros compañeros en cafeterías como El Marfil de la Glorieta –quizá el centro de operaciones económicas más importante de la ciudad hasta su desaparición-, pero el sector del calzado tardó mucho tiempo en organizarse, hasta la aparición, en 1977, de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (A.I.C.E.), de la que la empresa Pedro Miralles forma parte.

            El matrimonio formado por Pedro Miralles y Marina López tuvo cinco hijos: Pedro (1960), licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales; Marina (1961), licenciada en Empresariales y dedicada a la contabilidad y administración de la empresa; Cristina (1961), diseñadora de calzado de Hobby; Antonia (1964), administrativa, y Amparo (1971), licenciada en A.D.E. y dedicada al departamento de marketing, todos ellos, pues, dedicados a la empresa creada por el padre.

            El hijo mayor, Pedro Miralles Llópez, se incorporó a la empresa en 1985 con una sólida formación académica. Licenciado en Económicas (rama Empresa) por la Universidad de Valencia, realizó un M.B.A. en el Instituto de Empresa de Madrid que le permitió ampliar estudios en la London School of Economics. En 1990 se convirtió en gerente de la empresa paterna y, dos años después, puso en marcha una nueva empresa totalmente independiente, Hobby Sport, emplazada junto a las instalaciones de Pedro Miralles, dirigida por Cristina Miralles y Santiago Ramos. Igualmente, en 1996, inauguró la primera bolera americana de la ciudad en una antigua nave situada en el polígono industrial de Altabix que en su tiempo albergó una experiencia empresarial que no tuvo continuidad.

            Como hijo mayor, Pedro Miralles Llópez fue, como él mismo comenta, “haciéndome un hueco” en la empresa familiar a lo largo de cinco años. Se encontró con una estructura clásica en el sector de calzado. Una persona que hacía las veces de hombre de confianza, como encargado general de la producción. Una vez en la gerencia de la empresa tomó sus primeras decisiones relevantes: confiar el diseño de las colecciones a excelentes profesionales. Primero fue Pascual López de Elda y, en la actualidad, Antonio Lucendo, también de Elda. En la empresa Hobby los diseñadores hasta ahora han sido los eldenses José María Vera y Manuel Bellot y el ilicitano Daniel Pamplona.

La producción se centró en un calzado de señora, a base de piel, dirigido a un segmento medio alto, buscando una empresa diferenciada por su gestión, su marca y su red de ventas. Una red de ventas dirigida a detallistas, incluidos los grandes almacenes y que en estos momentos cuenta con ocho representantes para España (uno de ellos se encarga también de Portugal), cuatro representantes para el exterior: Francia, Alemania, Benelux, Gran Bretaña, Irlanda y Australia y uno más para los países árabes. Es precisamente en Oriente Medio donde se ha centrado la última expansión internacional de la empresa, con la inauguración en el año 2002 de tiendas propias en Riyadh y Dammam. Algún cliente en Japón y un mercado americano todavía por desarrollar (“más que vender nosotros, América nos compra”). La apuesta por el mercado internacional comenzó sobre todo a mediados de la década de los noventa.

            Como empresa familiar, Pedro Miralles ha creado 160 puestos de trabajo directos y unos 400 puestos de trabajo indirectos. Para Hobby trabajan 70 personas y otras 200 de forma indirecta. Estos últimos tienen que ver con talleres que trabajan exclusivamente para la firma, en el aparado, el cortado y la fabricación de zapatos y bolsos. En torno a un 40% de la producción de Pedro Miralles se dirige a la exportación y un 30% en el caso de la firma Hobby Sport. Para Pedro Miralles Llópez se trata de un mercado maduro, con un producto de vida muy corta, de unos seis meses como máximo y, por tanto, con una estacionalidad muy acentuada y un tiempo de fabricación muy limitado que obliga a la subcontratación tanto en empresas de Elda como de Elche. La fabricación de bolsos ha convertido a Pedro Miralles en la primera fábrica de calzado en producción de este complemento.

            En febrero del año 2000 Pedro Miralles encargó a la empresa ilicitana Dos Tintas, dedicada a la comunicación y al diseño, un plan estratégico en el que se recomendaba la utilización exclusiva de la marca Pedro Miralles, abandonando el viejo logotipo DC (Dromy Classic, since 1959), como fórmula para asegurar una imagen de marca exclusiva. En el estudio se analizaba la distribución nacional de la producción de Pedro Miralles, destacando Cataluña con más de un 20%, Castilla y Andalucía (por encima del 10%), Norte, Madrid, Galicia (10%) y, por debajo del 10%, El Corte Inglés, Levante, Canarias, Extremadura y Pilar Burgos. Respecto al mercado internacional, el mejor cliente es Gran Bretaña e Irlanda con un 20%, seguido por Alemania, Bélgica y Francia (entre un 15 y un 20%) y, por debajo del 10%, Grecia, Israel y Portugal. El zapato para mujer fabricado por Pedro Miralles, con una producción anual de unos 900.000 pares, oscila entre los 45 y los 90 €.

            En el contexto provincial, la Asociación de Industriales de Calzado de Elche (A.I.C.E.), creada en 1977, cuenta con 550 empresas asociadas, de las que 225 (el 40,90%) están especializadas en el calzado de señora. La inmensa mayoría de ellas (192) están ubicadas en Elche y, entre todas ellas, la firma creada por Pedro Miralles es una de las mejor situadas en el mercado tanto nacional como internacional.

 Pedro Miralles falleció en la madrugada del 19 al 20 de marzo de 2024 

                                                                   

 

            Bibliografía

www.pedromiralles.com

Entrevista con Pedro Miralles Román

Entrevista con Pedro Miralles Llópez

Ardán. Comunidad Valenciana. Directorio e informe económico financiero. Valencia, Impiva, 2000.

Registro Mercantil de Alicante

Hoja 8.780, tomo 1346, sección 8, libro 1346, folio 136

 

 

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