Datos biográficos
Fecha de nacimiento
23 de enero de 1955
Lugar de nacimiento
Lagunillas (Venezuela)
Fecha de muerte
2 de agosto de 2023
Lugar de muerte
Madrid
Profesión
Periodista
Ramón Lobo Leyder nació el 23 de enero de 1955 en un hospital británico de Lagunillas, un pueblo petrolero de la Shell frente a Maracaibo (Venezuela). Las amigas británicas de mi madre preguntaron: ¿Qué color tiene? Venezuela, padre español… Demasiados problemas para un inglés de aquella época. Soy blanco y viví en América Latina hasta los cuatro años y medio cuando mi asma y la caída del dictador Pérez Jiménez convencieron a mi padre de que era el momento de regresar a España.
Mientras buscaban piso estuve con mis abuelos en el sur de Inglaterra. Con ellos descubrí los ingredientes de mi mezcla: abuela de Normandía, abuelo luxemburgués nacido en París, tíos y tías en Bélgica y Holanda. También tuve una tatarabuela paterna de San Petersburgo. Mi ADN se divide en un 29,4% de francés y alemán (¡si mi abuelo Marcel levantara la cabeza!), un 13,9% de irlandés-británico y un 27,9 de español, porcentaje en el que dominan las improntas gallega, asturiana y, en menor medida, aragonesa. El resto está por adjudicar, pero hay trazos italianos (3,8%) y otros sin precisar. ¿Soy español? ¿Venezolano? ¿Americano? ¿Europeo? Según el ADN, del que ya debe de tener copia el FBI, soy un 99,3% europeo.
He resuelto el asunto de la pertenencia decorando mi país imaginario de barrios, bares, olores, gentes, idiomas, sonrisas y amores de los lugares en los que he estado. Nunca tuve miedo al Otro. Siempre viví el viaje como una aventura, no como una contaminación.
PRIMEROS PASOS
Quise ser periodista desde los 14 años, supongo que para fastidiar a mi padre, ex militar y franquista. Me matriculé en la Universidad Complutense de Madrid pero apenas fui a clase. Tuve suerte de empezar a trabajar por 250 pesetas (un euro y medio) la pieza tres meses antes de arrancar el primer curso de Periodismo en septiembre de 1975.
Desde entonces colaboré en la extinta agencia Pyresa y en Radio Intercontinental como guionista de programas de serie muy B que dirigía Álvaro de Luis. En El Heraldo de Aragón hice prácticas durante el servicio militar en Zaragoza. Allí descubrí la información internacional durante una entrevista con un profesor de Derecho, Leandro Ruiz, sobre Afganistán. Desde entonces es el centro de mi vida. Realicé algunos pinitos en Londres en el servicio exterior la BBC, donde aprendí el valor de la paciencia.
Tuve mesa y micrófono, pero no contrato, en Radio 80, donde fui hombre-orquesta, como todos. Escribí en la revista Actual que me pagó un viaje a Argentina para asistir a la caída de la dictadura. No fue caro, pero fue el último. Después estuve dos años en Washington, en La Voz de América (nadie es perfecto). Hablé más de la NBA con Euskadi Irratia que de política.
PRENSA ESCRITA
Al regreso a España en 1986 entré en Expansión. De ahí a Cinco Días y a La Gaceta de los Negocios. Tras pasar por tres diarios económicos sigo sin saber de economía. En El Sol fui redactor jefe de internacional y bastante feliz hasta que cerró el día de San José de 1992 por falta de lectores. En agosto de ese año empecé a trabajar en El País. En la entrevista de la contratación, mi futuro jefe Luis Matías López preguntó: “¿Estás dispuesto a ir a Sarajevo?”. Contesté: “Llevo 15 años esperando que alguien me haga esa pregunta”.
Dejé de trabajar en El País el 12 de noviembre de 2012. No por voluntad propia sino porque la empresa me incluyó en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) junto a 129 compañeros. Una frase muy larga para una palabra corta: despedido. Ni mi perfil digital ni mi experiencia profesional fueron suficientes. En los nuevos tiempos te miden por lo que cuestas, no por lo que vales.
VIAJES Y PAÍSES
En estos 20 años y un poco más he estado en algunos conflictos: Irak, seis veces, dos con Sadam y cuatro sin él, la última a finales de 2008; Bosnia-Herzegovina (siete veces durante la guerra), Croacia, y mucho en Serbia y Kosovo. Haití en 1994 y 2010; Afganistán en 2001 tras el 11-S y en agosto y noviembre de 2009; Líbano en 2001 y 2006; Israel y Palestina, México, Filipinas en 2001 y en muchos países de África: Kenia, Ruanda, los dos Congos, Guinea Ecuatorial, Guinea Conakry, Etiopía, Sierra Leona, Uganda, Nigeria, Zimbabue, Namibia, Liberia, Níger, Mozambique, Sudáfrica, Suazilandia, Somalia, Sur Sudán, República Centroafricana y alguno que me dejo en la memoria.
NUEVA ETAPA PROFESIONAL
La etapa posPaís comenzó en 2013 con un reportaje en Guatemala para Jot Down y algunas cosas más. Colaboro semanalmente en InfoLibre y El Periódico. Los domingos estoy con Javier del Pino en A vivir que son dos días en la cadena SER. Desde el nombramiento de Sol Gallego como directora colaboro en El País con un artículo quincenal. Nunca cultivé el rencor ni el desamor porque no creo en las cárceles.
WEB, TWITTER Y PÁGINA DE FACEBOOK
Tengo una web: www.ramonloboweb.com
También cuenta en Twitter: @ramonlobo
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LIBROS
He escrito varios libros: El héroe inexistente (Aguilar, 1999 y en De Bolsillo, Mondadori; esta vez sin erratas), que recoge las experiencias de los viajes y cómo la visión de la guerra modifica al corresponsal; Isla África (Seix Barral, 2001), una novela situada en Barcelona y Sierra Leona en la que reflexiono sobre el valor de la vida y la amistad; Cuadernos de Kabul (RBA, 2010; y una reedición en la colección Odiseas (Península) en 2018), que reúne los post (pulidos y mejorados) que publiqué en la web de El País en agosto y noviembre de 2009 y El autoestopista de Grozni y otras historias de fútbol (Libros del KO) dentro de la colección Hooligans Ilustrados.
De la Isla África no se editaron demasiados ejemplares, pero al parecer se vendieron casi todos. Fue traducida al francés por Actes Sud, al portugués por Temas y Debates y al italiano por Nutrimenti.
He participado en tres libros colectivos: Los ojos de la guerra (Plaza y Janés, 2001) coordinado por Manu Leguineche y Gervasio Sánchez, Seguiremos informando (La Catarata, 2010), coordinado por Aurelio Martín y Queremos saber cómo y por qué la crisis del periodismo nos afecta a todos (Debate), coordinado por Cecilia Ballesteros.
En abril de 2015 publiqué una entrevista Conversaciones con Juan Carlos Monedero (Turpial), que ofrece numerosas claves sobre Podemos y sobre él mismo.
A finales de 2015 está a la venta un libro que mezcla la historia trágica de mi familia con la de la España, ambos destruidos por la Guerra Civil y la dictadura. Se llama Todos náufragos (Ediciones B, colección Papel). Es lo mejor ensayo que he escrito. Está agotado, pero se encuentra.
En otoño de 2016, la Revista 5W inició una colección con Guerras de ayer y de hoy, una conversación entre Mikel Ayestaran y el autor de este blog. Las ilustraciones son de Cinta Fosch.
EN 2019 publiqué la novela El día que murió Kapusciski en la editorial Círculo de Tiza.
Cualquier pregunta sobre derechos literarios y traducciones: Pontas.
PREMIOS
Me han dado varios premios, sin duda inmerecidos: Cirilo Rodríguez (2002), Intercultura a la Convivencia en Melilla (2005), José Manuel Porquet (2010), premio del Club Internacional de Prensa a la trayectoria profesional relevante a lo largo de toda una carrera periodística (2013) y el iRedesBurgos Categoría Individual en febrero de 2014. Los méritos que aducen que gustan mucho: “Por su capacidad de utilizar las redes para extender un modo de ser periodista y de hacer periodismo que la tecnología no ha conseguido doblegar”. El último es el Bitácoras 2015 en la categoría de mejor blog de opinión. Desde que me lo dieron he dejado de escribir en el blog. Así somos los periodistas.
El 28 de enero de 2020, la Universidad Miguel Hernández, con sede en Elche, le invistió como doctor honoris causa. Es un enorme privilegio y una gran responsabilidad. Espero que cunda el ejemplo ahora que aún estoy vivo. Sigo teniendo muchas ganas de contar historias sobre los Otros. Es mi trabajo y mi pasión.
Fuente: http://www.ramonlobo.com/ha-about/
Falleció en Madrid el 2 de agosto de 2023 de un cáncer de pulmón a los 68 años.
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