Datos biográficos
Juan Llorens Alonso naix a Elx (febrer, 1949), ciutat on viu i treballa. Artista plàstic, pintor. La seua primera exposició individual va tindre lloc a Elx, el 10 d’agost de 1971, a la sala d’exposicions de la Caja de Ahorros de Nuestra Señora de los Dolores. Des de l’any 1985 i fins al 2005, amb una beca del Centre d’Art i Comunicació Visual Eusebi Sempere de la Diputació d’Alacant, investiga al voltant d’una pintura de gènere, el bodegó, amb clares influències del nou expressionisme, del pop, de la pintura de patrons i del grafit. Les lletres tipogràfiques, a manera de paraules o frases, les icones de la senyalística i la contundencia de les pintades ocupen bona part del seus successius treballs. Cofundador del col.lectiu d’artistes plàstics il.licitans “Esbart Zero” (1987-1999): Andreu Castillejos, Casto Mendiola i Juan Llorens. Una experiencia de libertad, desmitificació i democratizació de l’art. Licenciat en Psicología i doctor en Belles Arts. Educador artístic en els diferents espais de l’educació no formal. Professor en l’Escola de Pintura CAM de l’Hort del Xocolater. Projecció pedagógica i social del Museu d’Art Contemporai d’Elx. Eina didáctica: Graffiti en Elche. Las paredes urbanas como recurso para la Educación Artística (tesi doctoral). Columnista del seu entorn cultural en el periòdic La Verdad des de l’any 1985 fins que el van tancar, al gener de 2017. En l’actualitat explora les maneres d’art marginals, l’art infantil i l’art sobre quaderns. Publica els seus dibuixos en els blogs Cuadernos Viajeros i Ladrones de Cuadernos. Columnista en el periòdic Información.
Pasada la adolescencia plástica, en esto de la pintura, tal vez a todos se nos haya exigido lo mismo: una personalidad original más allá de los academicismos pertinentes. La transgresión, no obstante, siempre estará controlada por la colectividad artística –concursos, becas, etc.- aún con los inevitables sesgos de fijación y regresión por parte de los miembros del jurado.
Yo alcancé uno de estos estilos admisibles a los 20 añitos (69-73). Pintaba unos bodegones muy humildes –ajos, cebollas, patatas, nabos, lechugas, capellanes, etc.- envueltos en una nieblina que les confería cierta idealidad o ensueño. Toda la historia ocurría en el tablero de una mesa. Estas obritas tan tiernas y sentimentales también gustarían a la gente por dos cosas: a) si les dabas unas simples explicaciones, casi todos distinguían en seguida lo que había pintado –a pesar de tenerlos por “cuadros abstractos”- y b) siendo de tonalidades tan delicadas, se acoplaban como una caricia por entre las paredes y los muebles; incluso llegaron a sustituir a más de una última cena de encima de la cama. Unos años más tarde me fui cargando tanto candor con unas estructuras planas de colores –y hasta en negro- que pondrían nerviosos a los miembros más conservadores del jurado.
No obstante, a espaldas de aquellas maneras tan exitosas, siempre estuve dedicado, cada vez más, a estudiar la “personalidad” de nuestra terreta: piedras, dunas, rocas, sierras, bojas y piteras eran los modelos analizados con una paciencia infinita; trasladando todas las facciones de la sequedad al lienzo con un pincelito no mayor del 2. El colmo de esta aventura se concretó en el archipiélago canario y más que nada en la isla de Lanzarote. El estudio del picón, lava triturada que se esparce por los bancales para absorber la humedad de la noche, me condujo a un nuevo estilo que, mira por donde, tampoco iba a disgustar a los entendidos. Me vine para casa pintando una serie de madejas de lava petrificada en forma de fetos humanos que vagaban por la inmensidad del cosmos. Unas imperceptibles capas de pigmento se iban depositando lentamente sobre los granitos del lienzo, resultando una superficie única y misteriosa, simplemente alumbrada por el blanco de la tela.
Ahora bien, en el viaje de regreso, una criatura de pocos meses nos acompañaba en la nave: mi hijo Sergio. En adelante todo giraría en la observación y análisis de su desarrollo y poco después en el de su hermana Emma. Las etapas evolutivas, los garabatos, el realismo intelectual, el realismo objetivo…¡El Art Brut en todo su esplendor! ¡Dios mío, resultaba que todos funcionábamos igual! Me puse a escribir en los cuadros, a llenar de números los espacios, a rajar las telas, creando puertas de emergencia para salir de la pintura, a recortar fragmentos psicológicos de los niños y fundirlos con los míos, a añadir trampas para apresar la realidad, a emular las cagaditas de las moscas, los agujeritos de la carcoma, el paso del tiempo, el ciclo vital. Los colores detonantes, los colores disonantes. Lo Naïf, lo Dadá…Oh, mis queridos miembros del jurado.
En el 85, una vez asumida la estética de la supervivencia, al margen del mercado, decidí reemprender un recorrido por aquellos temas de la juventud pero con una mirada más conceptual; quitando el artificio, la artesanía…Primero fueron los modelos de siempre, esparcidos por el suelo y como si se derritieran. Más tarde, los folletos de las ofertas de consumo; fijándome especialmente en las etiquetas de los productos, las marcas, los chocantes mensajes publicitarios, etc. Llamé a este repaso Investigación sobre el bodegón y, sorpresa, ha resultado una exhaustiva colección de grafías y palabras cada vez más expresionistas que subrayan o suplen las representaciones más o menos esquemáticas –y hasta pop- de los objetos, bebidas, comidas, burlas y deseos. También los soportes y los fondos de los cuadros han ido quedando cada vez más naturales y cotidianos –estética callejera, vallas, graffiti, material reciclado, etc.- como si toda la poesía de lo plebeyo me atrajera irremediablemente. Tanto Kitsch…
Por último, la entrada en casa de un gatito, Grapas, repleto de pautas al margen del aprendizaje –el fascinante mundo de los olores-, fijadas por la evolución, revertirá en nuestro héroe una especial sensibilidad hacia las manifestaciones “otras”, hacia lo que no entiendo. JUAN LLORENS. (Informe para “Miradas sobre la creación artística”, del Departamento de Arte y Comunicación Visual “Eusebio Sempere”, del Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert” de la Excma. Diputación Provincial de Alicante, diciembre de 2000).
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