Pasar al contenido principal

Fuentes Jaén, Esperanza

Enviado por Luis Crisol Lafront el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
2 de noviembre de 1918
Lugar de nacimiento
Elche
Fecha de muerte
15 de mayo de 2015
Lugar de muerte
Elche
Profesión
aparadora

BIOGRAFÍA DE ESPERANZA FUENTES JAÉN

Esperanza representa a las mujeres de su época, mujeres que tuvieron que vivir unos años muy difíciles durante su juventud.

Unos años que estuvieron marcados por la Gran Guerra que terminó el 11-XI-1918. Su juventud se desarrolló en la llamada “ Edad de Plata de la cultura española” por el gran número de escritores y artistas que surgen en los 35 primeros años del siglo pasado, impulsados por los cambios políticos y sociales que propician una gran diversidad de estéticas.

Son mujeres que tuvieron que vivir una serie de acontecimientos que cambiarían el mundo y a la sociedad española. El reinado de Alfonso XIII, la República, la Guerra Civil, la Dictadura Franquista, y finalmente la Democracia Parlamentaria y la entrada del Siglo XXI.

Esperanza, nació en Elche el 30 de enero de 1918, el mismo año que en la pequeña aldea de Mvezo nace el líder nacionalista negro Nelson Mandela que simboliza y recoge las aspiraciones de su pueblo y la igualdad y derechos entre razas.

Es la primogénita del matrimonio formado por Pascual Fuentes García (que tiene dos apodos el “tramusero”  y “el chollo”) y Manuela Jaén Alba.

El matrimonio tiene un segundo hijo, Manolo. (Manuel Fuentes, hermano de Esperanza  era el que llevaba el Guión en el Paso de la caída.

Este paso se inicia el año 1864  y su padre, Pascual Fuentes, fue fundador junto Blas Valero Castell. Pascual Fuentes García, nieto del cofundador, fue el primer portaestandarte de aquella época. Manuel fue el primero que sacó este paso después de la guerra. Tenía un taller de carpintería en la calle de San Agatángelo).

Muy jovencita, Esperanza, tuvo que empezar a trabajar, pues su familia se arruinó. Su padre puso una fábrica de borras. La fábrica la puso en el Molí Real, aprovechando el agua de la Acequia Mayor pero desgraciadamente  se quemó.

Aprendió el oficio de aparadora del calzado, como tantas jóvenes ilicitanas, en la fábrica de la viuda de Pérez, así qué, cuando  llegó a la edad adulta ya era una aparadora muy cotizada y por ello, la mayoría de las veces, le daban los trabajos más difíciles.

Su vida transcurría como la de cualquier joven  ilicitana, la comunión, la mona con las pandillas de amigos, el novio etc. Pero había algo que la distinguía un poco, el gusto por lo artístico, fomentado por su madre “Manolica” que era una verdadera artista en bordados, frivolité, costura, ganchillos y manualidades. Fue su madre quién la hizo aprender bandurria y le influyó también en la costura y el ganchillo.

Su formación musical comienza a los dos años, a los cuatro comienza con la bandurria.

Muy jovencita comenzó un noviazgo con el que fue más tarde su marido, Juan Guilabert  Guilló, un joven con muchas ganas de mejorar, que estudiaba para ser técnico de radio con unos libros que le mandaban de América y también trabajaba de dependiente en la tienda de Francisco Agulló, apodado “el Peix”.

Tras la guerra y haciendo la mili, (pues no le servía la que hizo en la República) se casan, pues estaba muy lejos, en Gerona y tenían el piso preparado hacía tiempo y así, le darían más permisos al estar casado. Del matrimonio nacen dos hijas Pascualita y Marinela y montan un taller de reparaciones y televisión en la plaza del Salvador. Era el primer taller de reparaciones de radio de Elche.

El matrimonio de Juan Guilabert  y Esperanza Fuentes tiene 2 hijas. La mayor nace el 2-XI-1944 en casa, como era costumbre entonces, asistida por una matrona. La bautizan con el nombre de Pascualita, en la iglesia del Salvador, que entonces, apenas era una capilla, pues había sido quemada en la guerra de 1936. “A Esperanza no le gusta el nombre, pero es la costumbre poner al primer nieto el nombre de los abuelos, los dos se llaman Pascual y además se lo ha prometido a su padre en el lecho de muerte sin saber el sexo del bebé. Preocupada por este tema consulta con su tío Ramón, hermano de su madre que vivía en Tánger, por si fuera más bonito en francés y le dice Pascaline, y desde entonces en familia la llamarán así y aún lo acortarán más, Pasca. A los dos años nace su segunda hija, la segunda del matrimonio. Al igual que el primer parto, ayudada por la matrona, pero este es un parto fácil sin dolores, aunque después vino el susto de los derrames, que hicieron peligrar la vida de Esperanza”.,También fue bautizada en el Salvador con el nombre de María Manuela, nombre de las dos abuelas. Pero nunca la llamarán por este nombre sino Marinela, combinación de María y Nela, que es Manuela en valenciano.

 Las dos hermanas crecen muy unidas, pero son muy diferentes, no sólo en aspecto físico, pues Pascaline es morena como la madre y Marinela rubia como el padre, sino en su forma de ser. Pascaline es muy tranquila y obediente y Marinela es muy inquieta y se lleva muchas regañinas.

 Como Esperanza debe ayudar en el taller, las dos hermanas asisten al parvulario de las hermanas Carmelitas en la calle Virgen del Carmen. En este parvulario ocurrió un incidente que marcó a Marinela, pues como era tan inquieta y siempre comparada con la obediente de su hermana, las monjas dijeron a Esperanza que Pascaline podía seguir en el parvulario pero que a Marinela no la llevaran más.

Este incidente despertó en Marinela unas ganas tremendas de ir al cole, pero claro, no podía hasta que no cumpliera los seis años. Tenía tantas ganas, que Esperanza habló con la maestra de la escuela pública a la que iba Pascaline, Doña Remedios Alarcón, que estaba en la calle del Salvador. La maestra, muy comprensiva, le dijo que, si llevaba una sillita y se portaba bien, no le importaba. Marinela cambió totalmente y desde entonces le encantó el colegio. ¡Claro! Se había hecho mayor.

La vida de la familia sigue normal. Los fines de semana en el invierno van a la Faeneta y en verano van con la tienda de campaña a la playa. Se reúnen muchas veces con la familia de Pepe Jarabo, que hizo la mili en Figueras con Juan y son muy amigos. Entonces ir a la playa era una delicia. No había gente, pasaban la noche y cocinaban en la orilla. A la familia le gusta participar en las tradiciones ilicitanas como, el Domingo de Ramos, el Carnaval, las procesiones de Semana Santa. Salen en el paso de “la Caída” las dos hermanas y el tío Manolo, hermano de Esperanza. Unas veces van de “Samaritana” y otras de “Alet”. Alternan según la edad, por el tamaño del traje, pues todo se aprovechaba.

Esperanza ayuda a su marido en el taller, pues hay mucho trabajo pero, también ayuda a la economía familiar con su trabajo de aparadora en casa, las niñas tienen que estudiar y hay que aportar. Así pasan los años, las niñas ya están casadas y han llegado los nietos, cuatro, Jorge y Miriam, Eva María y Anabel. Esperanza sigue tan trabajadora como siempre, ha hecho una cubierta de ganchillo para cada nieto y desarrolla su afición a la filatelia. Espera con muchas ganas la jubilación para poder hacer todo lo que le gusta, asiste a la Universidad de mayores, a la escuela de pintura de Hort del Xocolater, a los cursos programados por el Ayuntamiento de bolillos, cerámica, porcelana, cuadros de relieve, amas de casa, esmaltes al horno, grabados y estaño.

Realiza varias exposiciones individuales y colectivas y todas estas actividades la combina con ser la única mujer de la rondalla del Hogar del Pensionista.

Cumple su ilusión de tocar la bandurria en una agrupación coral. Su larga jubilación le permite disfrutar de todo lo que no ha podido hacer antes, al tener que trabajar.  Al cumplir los 90 años el ayuntamiento celebra en su honor una fiesta en el hogar del pensionista, con flores, tarta y canciones del coro y le dan una placa conmemorativa por ser la única mujer cofundadora de la rondalla.

Durante el periodo 1987-1990 realizó tres años de enseñanza libre en la Escuela de Pintura de El Hort del Xocolater con Sixto Marco. También estuvo un año en la Escuela de Pintura de Francisca Esclapez y Rodríguez de Elche. Las exposiciones que hizo tuvieron lugar en la CAM de Elche, El Casino, La Peña Madridista, las Amas de Casa y la parroquia de San José.

 Realiza tres años de cerámica en la UMH de Elche; dos años en la Asociación de Amas de Casa con miga de pan, porcelana y cuadros de relieve; dos años de esmaltes al horno con Rosa; un año de grabados con Pepa Ferrández; un año de estaño en relieve con Maruja así como varios años de ganchillo.

Pero toda esta actividad se verá frustrada cuando a los 91 años sufre un ictus cerebral que la deja postrada y poco a poco más dependiente de su familia.

Ya no conoce a nadie se ha convertido en una niña amable a la que le encantan las muñecas, hasta que fallece el 15-V-2015 rodeada de toda la familia aumentada con seis bisnietos, Lucía,  Carmen, Marinela, Julia, Raquel y Marcos.

 

Añadir nuevo comentario

Texto sin formato

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.