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Chorro Parreño, Cristóbal

Enviado por Faustino Agull… el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
1846
Lugar de nacimiento
Elche
Fecha de muerte
1916
Lugar de muerte
Alicante
Profesión
comerciante
Militancia
Maurista

CHORRO PARREÑO, Cristóbal (1846-1916)
Cristóbal colgó su capa en el armario, tras el corto paseo que lleva desde el Teatro Principal a su domicilio en el número once de la calle de San Nicolás quería pegarle un último repaso a la prensa diaria, las funciones teatrales siempre le desvelaban. Tras enviudar por dos veces, acudía ahora al teatro acompañado por su hija Consuelo que contaba con apenas trece años y que siempre presumió con orgullo de esas veladas con su padre. En ese año de 1915 los periódicos se hacían eco en portada de la evolución de la Gran Guerra en Europa, afortunadamente España había quedado al margen: “La batalla de Champagne se había estancado, las fuerzas francesas comandadas por los generales Petain y Jofre lograron una modesta victoria pero sin lograr romper el frente alemán, las bajas fueron muy elevadas”, este conflicto derivaba sin duda en una verdadera masacre… Cristóbal nació en Elche en 1846, era el cuarto hijo del matrimonio formado por Antonio Chorro Antón y Josefa Parreño Irles. El segundo varón, tras Manuel, sus hermanas mayores eran María José y Encarnación; años más tarde la familia se vería incrementada con el nacimiento de Antonia, José y Antonio. Los Chorro regentaban una confitería en la céntrica calle Troneta, actividad desarrollada por la familia durante al menos cuatro generaciones, pues tanto su abuelo Ramón Chorro como el bisabuelo del mismo nombre ya eran confiteros. La casa familiar se encontraba en el número 8 de esa misma calle y lo siguió siendo durante muchos años. Cristóbal Chorro Parreño, con 14 años, aparece como dependiente de comercio ayudando a su padre y a su hermano Manuel que eran los confiteros. Las golosas de la familia, y yo conozco unas cuantas, ya tienen un claro referente. Se casó en primeras nupcias en los primeros setenta con Asunción García Magán con quien tuvo dos hijos, Cristóbal Chorro García en 1872 y Asunción Chorro García en 1881. En 1875 la familia Chorro García vivía en el número 21 de la calle del Salvador; muy cerca residían su hermana Encarnación y su prima Constantina Torregrosa Parreño, ambas casadas con los hermanos Manuel y José María Ruiz de Lope Ferrández. Encarnación en concreto ocupaba la casa del número 29 en la misma calle con su marido y sus hijos Manuel, José y Gabriel Ruiz Chorro. Su hija Asunción debió de morir durante su infancia, en cambio Cristóbal llegó a licenciarse en Derecho, pero lamentablemente falleció poco después siendo ya huérfano de madre, que había faltado con anterioridad. Esta circunstancia activó lo que se conoce como la reserva troncal, que es una de las pocas figuras del derecho germánico incorporada a nuestro ordenamiento jurídico, esta junto con el proindiviso; lo cierto es que para este legado hubiera sido mejor que los visigodos no nos hubieran dejado nada. En virtud de esta figura jurídica al extinguirse una estirpe los bienes adquiridos por sucesión vuelven al tronco familiar del que proceden. Con el cambio de siglo Cristóbal contrajo nuevo matrimonio, esta vez con Rosa Casalta García, natural de Villarreal, y trasladó su domicilio a Alicante, al número 11 de la calle San Nicolás, allí tuvo a sus hijos, Consuelo en 1902 , Rosa al año siguiente, Luis Gonzaga en 1905, y Elia en 1911. En 1904, según recoge el periódico El Graduador, Cristóbal asiste al multitudinario banquete celebrado el día 7 de febrero en Alicante por los conservadores de Antonio Maura, con presencia de los principales cargos políticos de toda la provincia y que culminó con “un brindis por el rey, por el Sr. Maura y por los señores Poveda y Ganga”. Tras el nacimiento de la pequeña Elia, Cristóbal volvió a enviudar, con lo que tuvo que criar a los cuatro pequeños por lo que precisó de mayor ayuda doméstica. En el año 1915 Cristóbal fue nombrado vocal de la Junta Directiva de la Mutualidad escolar “Altamira”. Cristóbal murió el 18 de enero de 1916, la prensa recogía la necrológica indicando que era tío del concejal del Ayuntamiento de Alicante y procurador Antonio Chorro Dols; los niños quedaron huérfanos de padre y madre. Tras su muerte, las tres niñas fueron acogidas por su tío José Chorro Parreño, casado con Vicenta Tormo Alonso en su domicilio de la calle Solares en Elche. El hermano fue a vivir con su tío Antonio a la calle Troneta pero murió siendo muy joven. Nunca llegó a conocer Cristóbal que, con el tiempo, sus hijas se casarían con los hijos de su primo Ricardo Parreño Ferrández, Ramón y Felipe; primero Ramón con Consuelo, que llevaron con ellos a sus hermanas, después Felipe con Rosa, y al fallecer ésta, contrajo nuevo matrimonio con la pequeña Elia. No pudo nunca tener noticias de su dilatada progenie y su discurrir en un complicado siglo XX, pero eso seguramente es ya otra historia…

 Faustino Agulló Parreño. Junio 2024

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