Datos biográficos
Ginés Cañavate Conesa fue condenado a muerte por el simple hecho de haber sido elegido en asamblea como capitán de compañía del Batallón Elche y sin que se le pudiera imputar hecho violento alguno. Militante del PCE desde principios de la II República, en 1934 fue secretario de Agitación y Propaganda en Elche.
El fiscal militar –con firma ilegible-, en su informe de 2 de agosto de 1939 pidió la pena de muerte con argumentos como “elemento extremista peligrosísimo” por haber sido secretario de Agitación y Propaganda del PCE en Elche en 1934. “Elemento destacadísimo con anterioridad al G.M.N”, “dirigente marxista”, “tomó parte en cuantos desmanes se cometieron en los primeros días del Movimiento” sin más detalles. “Presidente del Sindicato de la Alpargata” (recordamos que su profesión era la de herrero), “voluntario al frente con las hordas rojas que tomaron al asalto y saqueo de la Plaza de Albacete adicta al G.M.N”, “formó parte del Batallón Rojo (Elche) siendo designado Capitán” (se refiere al Batallón Elche). “En dicha unidad se cometieron innumerables asesinatos de soldados considerados como de derechas”. Se añade que en la compañía del capitán procesado se mató a un soldado apellido Bonete[1] y que indujo a un soldado para que matara a José Miralles Amorós que en la posguerra denunciaría al capitán Cañavate.
La denuncia de José Miralles Amorós tuvo lugar el 20 de junio y, aunque sirviera para la condena a muerte, era una colección de naderías como que el capitán celebró la muerte del general Mola y otras acusaciones nada fundadas como que se burló del cadáver de una monja en el cementerio de San Isidro, pero nada que tuviera que ver con haber participado u ordenado asesinatos.
Fue juzgado en Elche el 14 de septiembre de 1939 por un tribunal militar presidido por el coronel José Martín Lunas y los capitanes Manuel Moral Sanclemente, Demetrio Clavería Iglesias, Antonio Bermejo González, actuando como ponente el capitán Francisco García Rosado. En los Resultandos se repetían las acusaciones ofrecidas por el fiscal con expresiones idénticas como “tomando parte directa en cuantos desmanes…”, pero no hay más delito que haber estado en el bando contrario y citándose de nuevo a la víctima Francisco Bonete Ferrández. Se añade que fue propuesto para el ascenso a comandante y que combatió en marzo de 1939 la sublevación del coronel Casado, organizando hombres de la 42 Brigada Mixta. El último “delito” que cometió fue haber sido apresado en el puerto de Alicante “cuando intentaba embarcar huyendo de España en el puerto de Alicante”. Fue condenado a muerte por un delito de adhesión a la rebelión con los agravantes de trascendencia y perversidad, además de la responsabilidad civil a través de la Ley de Responsabilidades Políticas. Fue fusilado en Alicante el 17 de noviembre de 1939, por lo que estuvo algo más de dos meses en “El Tubo”, la galería del Reformatorio de Adultos de Alicante reservada a los condenados a muerte. Según el testimonio de Joaquín Grau García, que no podemos confirmar documentalmente, fue indultado cuando su ejecución ya había tenido lugar.
FUENTE: Archivo Histórico Militar de la Defensa de Madrid. Sumarísimo 979/1939.
[1] Se refiere a Francisco Bonete Ferrández, un comerciante de 28 años asesinado en el Batallón Elche el 10 de julio de 1937, en la misma fecha en que fueron asesinados una decena de soldados que había pasado previamente como presos políticos por el castillo de Altamira.
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