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Berzosa, José María

Enviado por José F. Cámara… el
Datos biográficos
Fecha de nacimiento
Agosto de 1928
Lugar de nacimiento
Albacete
Fecha de muerte
2 de enero de 2018
Lugar de muerte
París
Profesión
Cineasta

BERZOSA, José María (Albacete  VIII-1928 - París, 2-I-2018)

Considerado un documentalista renovador y crítico con el género, la importancia de su obra radica en la exposición de algunas claves para desentrañar la tradición cultural española, amplio espacio en el que un aspecto concreto de su carrera nos concierne especialmente aquí en Elche. Desde una propuesta estilística radical, retrató el Misteri d’Elx en 1972 con el consentimiento de un Patronato que vio en él la posibilidad de ver cumplido un antiguo anhelo.

Nacido en Albacete en 1928, José María Berzosa tuvo sus primeros contactos con la Festa d'Elx a raíz de sus veraneos juveniles en Santa Pola y de sus estudios en Murcia de Derecho, profesión, la de abogado, que ejercía sin entusiasmo, deslumbrado por el cine que había descubierto en un camino que, durante el servicio militar en Tánger, le condujo hacia "La Grande Illusion" (Jean Renoir, 1937). Esta película sería la que inaugurara el Cineclub Albacete, donde conoció, en uno de los ciclos que organizaba, a Juan Antonio Bardem, fundamental en su carrera al firmar la carta de recomendación para ingresar en el Institut des Hautes Etudes Cinématographiques, después de haber sido brevemente encarcelado a raíz de unos comentarios contra Franco hechos a un amigo, hijo de militar.

Bajo los elogios por la tarea que llevaría a cabo aquel agosto de 1972 en Elche, la prensa del Movimiento omitía que el camino más importante que había tomado José María Berzosa le había llevado hasta París en 1956. Una huida muy diferente a la que habían sufrido 20 años antes los vencidos de la Guerra Civil, un exilio de la misma índole que los de Jorge Semprún, Eduardo Arroyo, Néstor Almendros y tantos otros escritores, pintores, músicos y cineastas, con los que no formaría un grupo homogéneo a pesar del parentesco político, temático y formal, y que resultaría vital para la trayectoria de Berzosa.

El aprendizaje lo convirtió en ayudante de dirección del mismo Renoir en "Le Testament du Docteur Cordelier" (1959), con la que comenzaría su tarea en la Office de Radiodiffusion-Telévision Française (ORTF) asistiendo a otros directores, experiencia a partir de la que empezó a escribir guiones, reforzada por su amistad con Arrabal o Ramón Chao, a los que había conocido en el Colegio de España, y el contacto con otros exiliados artísticos. El año que la televisión francesa emitía la serie "L’espagnol", interpretada por el hermano de Paco Ibáñez, Roger, sobre dos españoles liberados de un campo de concentración, el año que Arrieta estrenaba su primera película, "El crimen de la Piríndola", el año que Saura rodaba "Peppermint frappé", en 1967 Berzosa emprendía el camino de la dirección cinematográfica.

Desde el programa "Le nouveau dimanche", un magazine pop con actuaciones musicales y reportajes de cariz juvenil, le pidieron la realización de películas cortas sobre museos curiosos de París. La buena acogida promovió el encargo de documentales más ambiciosos, centrados también en la cultura, sobre todo figuras hispanoamericanas. A pesar de la ruptura moral con su país de origen, Berzosa, respaldado por cierta sensibilidad en Francia, continuó preocupado por una cultura proscrita en su libre ejercicio dentro de la sociedad. En poco tiempo se convirtió en el mayor especialista de la televisión francesa en temas relacionados con la cultura española.

Sus trabajos, más allá del fin televisivo, eran, a la manera que concebía el cine el grupo de cineastas exiliados, «una práctica abierta, heterodoxa, deudora de todas la revoluciones que el arte estaba sufriendo», como ha analizado en profundidad el historiador cinematográfico Luis E. Parés, y mezclaba, en un juego entre el documental y la ficción, elementos aparentemente dispares, para conmocionar a la audiencia en el salón de casa. Desde su película sobre el alma española −la tauromaquia y sus mitos− Berzosa empezó el ensayo de su modus operandi: que la cámara dejara hablar a quien creía el cineasta que era el baluarte de la historia, y no a quien la Historia consideraba el protagonista oficial.

Cuando los productores de la ORTF, Philippe Arrii-Blachette y Charles Brabant, le prupusieron filmar un documental para el programa "La musique et nous", el director escogió, para mostrar un fenómeno musical arraigado en diversos estamentos de una sociedad, el Misteri d’Elx porque era un ejemplo insólito, y del que posiblemente los dirigentes televisivos tenían alguna referencia, no en vano buscaban la estética de la imagen y el sonido y en el Misteri hay una gran conjunción de ambas cosas. A Berzosa le atraía especialmente el contexto sociológico, para él era «importantísimo este grupo de gentes que tienen su oficio y luego, unos días, viven los papeles bíblicos como lo hacen aquí. No es una representación más» (diario Información, 4-8-1972).

"El Mystère d’Elche" (un documental en dos capítulos, de 32 y 28 minutos, respectivamente, emitidos los lunes 8 y 22 de enero de 1973) se ha convertido en uno de los pocos documentos fílmicos que se tienen de un período especialmente clave en la evolución formal de la Festa a lo largo del siglo XX. Aunque no se puede entender esta película como una investigación científica, el tiempo transcurrido la ha colocado ante una nueva perspectiva que, completada con las piezas del NO-DO y TVE y comparada con la representación actual del Misteri, aclara algunos aspectos de la evolución de la Festa que, de otro modo, sería imposible abordar, en cuanto a los elementos escenográficos tanto como a los movimientos ceremoniales.

Aun así, no fue nunca vista en Elche. Las noticias que llegaron a través de Antonio Pascual Ferrández, patrono del Misteri y propietario del hort del Gat (donde se rodaron algunas escenas con este personaje ilicitano como narrador), hablaban de que había sido un éxito rotundo y que había gustado muchísimo a los franceses, lo que ahonda, aún más si cabe, en el enigma sobre su injusto olvido allí precisamente donde más debería conocerse.

Analizar la utilización por Berzosa de las características que hacen de la Festa d’Elx una celebración cultural insólita en Europa dentro de una tradición meridional nos ha permitido descubrir la huella de un cineasta antes de abordar sus obras más ambiciosas: "Rouge, Greco, Rouge" (1973), la trilogía "Espagnes" (1973) compuesta por "Comment se debarrasser des restes du Cid", "L’amour et la charité" y "Mourir sage et vivre fou", y "Arriba España" (1976). Aislar las particularidades de la obra cinematográfica de un autor que va experimentado con su estilo en base a la compleja puesta en escena de esta obra teatral que se lleva representando ininterrumpidamente desde hace 500 años, nos ha permitido a su vez confirmar el alcance historiográfico de "El Mystère d’Elche".

La pretensión de Berzosa era opuesta a la de Gudie Lawaetz: a él le interesaba, no el aislamiento de la Festa dentro de la cultura europea, sino la inmersión del Misteri dentro de la sociedad que lo hace posible. Desde esta perspectiva mantendremos vivo en Elche el recuerdo de José María Berzosa.

[Más información en "El misterio Berzosa. Filmar la Festa d'Elx", Archivos de la Filmoteca, nº73, 2017)]

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