Este trabajo pretende ilustrar, mediante un ejemplo concreto, la amenaza que la expansión turístico-residencial ha supuesto y todavía hoy supone para las zonas húmedas litorales.
El Clot de Galvany puede considerarse como el apéndice más oriental de la antigua Albufera de Elx. Es parte de una estrecha depresión subsidente, de origen neotectónico, enmarcada entre la Sierra de Santa Pola, por una parte, y, por otra, por los domos pliocuaternarios del Carabassí y un glacis del Cuaternario antiguo, destruido parcialmente, contiguo a los relieves anteriores. El Clot se sitúa en la parte oriental de la zona de marjal o de marisma en una franja con orientación W-E de unos 2.700 m. de longitud y 400 m. de ancho. La zona que estaba cubierta por las aguas a finales de los setenta es producto del cruce en tijera de dos fallas que afecta de modo claro a los bordes meridionales de los domos del Carabassí, así como al glacis. Por su parte, los aportes hídricos del Clot tienen su origen en la escorrentía procedente de los domos y la Sierra de Santa Pola, así como en la elevación artificial del manto freático del Fondo d’Elx con el que se halla comunicado.
Aunque el Clot de Galvany se localiza en el término municipal de Elche (Alicante), linda por el sur con el municipio de Santa Pola, cuestión que resulta de gran trascendencia como veremos a continuación.
Las actuaciones urbanísticas que repercuten negativamente sobre el Clot de Galvany comienzan a mediados de la década de los setenta en un contexto muy favorable para la expansión de la actividad turística en el litoral alicantino, pues las ventajas económicas que podían obtenerse aunaron los intereses de la iniciativa privada y del poder político a costa de minimizar las graves consecuencias para el medio ambiente.
Los primeros pasos para “cercar” al Clot se dan ya en la primera mitad de la década de los setenta. En 1973 el recién aprobado Plan General de Ordenación Urbana de Elche incluía en las proximidades del Clot la urbanización del polígono denominado “Arenales del Sol”, que llega hasta los domos que separan el Clot del mar. En 1975, se aprobaba el Plan Parcial “Gran Alacant”, a desarrollar en el término municipal de Santa Pola, que implicaba la urbanización de los terrenos colindantes al Clot por el sur. Precisamente, la misma empresa que estaba detrás de ese proyecto, Gran Alacant S.A., es la que planteará al Ayuntamiento de Elche en 1979 el proyecto urbanístico conocido como “Lago de Elche”, responsable directo de la destrucción en gran parte del humedal original.