Luis Manuel María Guiral Barradas Arista Cerrato, V marqués de Diezma, fue un aristócrata ilustrado de origen granadino que formó parte de las instituciones culturales de su época, como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Nació en Granada en 1747 atesorando una valiosa colección de obras de arte y antigüedades, promoviendo el fomento artístico en Guadix, Baza y Elche. Había nacido dentro de una reconocida familia cuyo título había sido reconocido por el rey Carlos II. en 1692. En el año 1790 se estableció en la ciudad ilicitana y solicitó lo inscribieran como vecino y le guardasen los fueros y privilegios según las leyes. El 13 marzo de ese mismo año, pidió al Ayuntamiento establecer una escuela de dibujo en nuestra ciudad. Solicitud que le fue concedida en Cabildo de 27 de marzo de 1790.
Los primeros brotes de la pasión anticuaria de Luis Guiral se hacen públicos hacia 1790, momento en que empezó a dar notorias muestras de su defensa de las Bellas Artes, entendidas desde los nuevos planteamientos academicistas. En esos momentos se encontraba viviendo en Elche –en realidad desterrado, como luego explicaremos–, lugar desde el que de forma notoria y pública abogó por la creación de una Escuela de Dibujo. Un tiempo después, en 1791, junto con el prelado mallorquín Antonio Despuig, proyectó otro establecimiento de similares características en Orihuela.
Fue en Elche, durante el año 1790, cuando Luis Guiral había puesto en práctica una idea similar al abogar por la instauración de una Escuela de Dibujo, donde se coordinasen los nuevos métodos artísticos; esto es, la enseñanza académica y regida por profesores competentes, junto con la difusión de la nueva estética neoclásica. Desarrolló diversas actividades públicas como la promoción en 1790 de una Escuela de Dibujo en la ciudad de Elche o el alarde cívico de su persona en la procesión del Corpus de ese año, junto a personalidades como el capitán del puerto de Santa Pola, Nicolás Recio Chacón. Cumplida su misión de hacer crecer el progreso de esta zona, feliz y aliviado de poder avanzar en el difícil mundo del reconocimiento consiguió, dado también su estatus aristócrata, que una Real Orden de 19 de febrero de 1794 le permitiera vivir donde “le acomodase”. Eso sí, se le exhortaba a mantener una “buena conducta y arreglo cristiano”. La academia se situó en el convento de mercedarios, donde por esas fechas se cursaba filosofía y teología.
Su turbulenta vida personal se vio envuelta en las trágicas circunstancias de la Guerra de la Independencia, muriendo en una ciudad ocupada por las tropas francesas, habiendo sido sus tierras arrasadas, saqueada la casa señorial y entablándose un complejo pleito por la sucesión del mayorazgo.
Fuentes:
Gómez Román, Ana Mª: Fulgor y penumbra de un noble ilustrado: el V marqués de Diezma. Boletín de estudios del centro Pedro Suárez,nº 22, 2009, pp. 227-268. ISSN 1887-1747
AHME Sign.: a-119-120
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 242.32 KB |