In memoriam Antonio Peral Torres
En mayo de 2000 murió repentinamente nuestro compañero y amigo el Dr. Antonio Peral. Nacido el 14 de abril de 1922 en Elche (Alicante), estudió Filología Semítica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, llamada ahora Complutense. Antes de terminar la carrera sintió la vocación del sacerdocio. Ya sacerdote reanudó sus estudios universitarios que terminó brillantemente. En la Universidad Hombre dotado de una pasmosa facilidad para los idiomas, hablaba además de su valenciano y castellano nativos, árabe vulgar marroquí, alemán, francés, inglés, italiano, latín, sueco y esperanto. Pero su más intensa afición era la lengua hebrea y en especial el hebreo moderno Israeli. Es natural, por tanto, el que fuera nombrado Profesor Ayudante de lengua hebrea durante el curso de 1957-1958 y luego Encargado de Curso en 1960. En 1961, cuando se introdujo la lengua aramea como disciplina independiente,se le encargó la docencia de la «Introducción a los dialectos árameos» que a partir de 1964 simultaneó con la de «Hebreo contemporáneo». En 1969 tuvo a su cargo las asignaturas de «Lengua aramea», «Introducción a los dialectos árameos»,«Hebreo contemporáneo» y «Siríaco».
En 1972 fue Profesor Adjunto Contratado y añade a sus clases la asignatura de «Paleografía hebrea y aramea». La llegada a Madrid del Profesor A. Diez Macho, especialista en arameo, hace que en 1979 se limite a enseñar «Historia de Israel», «Lengua hebrea II» y «Siríaco». El 30 de julio de 1984 toma posesión como Profesor Titular, corriendo a su cargo las clases de «Lengua hebrea I y II» y «Lengua aramea». La desacertada ley de Felipe González que impuso a los profesores universitarios el retiro a los 65 años en lugar de a los 70 anteriores,le obligó a dejar la docencia el 30 de septiembre de 1987. En 1958 había sido nombrado capellán de la Facultad, donde ejerció una inteligente labor. Tras el Concilio Vaticano II se acogió a las facilidades dadas a los sacerdotes para secularizarse y dejó el sacerdocio. Tiempo después contrajo matrimonio con una descendiente de la ilustre casa de los Santa María de Burgos.
En el CSIC Antonio Peral pertenece al grupo de los que en los primeros tiempos del Instituto Arias Montano suplían con perseverancia el poco o nulo sueldo y la escasez de medios, al mismo tiempo que iban dando vida a la institución. Su simpatía personal y su don de lenguas hicieron que además de sus trabajos de investigación bajo la dirección de don Francisco Cantera y don Federico Pérez Castro, se le encargara bastantes veces la misión de introductor de embajadores cuando venían profesores extranjeros. Esas virtudes suyas y su incansable laboriosidad le llevaron a la secretaría de la incipiente Fundación que cristalizó más tarde en el Museo Sefardí de Toledo, tareas que simultaneó con la Universidad hasta que el Museo fue dotado de personal fijo de la Administración del Estado. Hombre independiente y al mismo tiempo dotado de un afanoso espíritu de servicio, se podía contar con él a la hora de poner en marcha una asignatura nueva o solucionar un compromiso imprevisto. Tradujo al español libros de la especialidad. Poco antes de morir tuvo también la satisfacción de ver impreso un capricho que mantenía oculto y en el que había trabajado largo tiempo: la traducción completa a la lengua latina de «Don Quijote», traducción que, según los latinistas, está muy acertadamente hecha.
¡Descanse en paz tan cordial amigo! Fernando DÍAZ ESTEBAN (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://sefarad.revistas.csic.es